El pasado jueves por la tarde después de pasar una agradable tarde de escalada en Sella con los niños y Cris a eso de las 21:30h y tras recibir un par de Whatsup de Sento incitandome a irnos a escalar, decidí cogerme el viernes para hacer la Cresta de las Jotas en el Cabeço d´Or.
Fue Raúl de Tramuntana quien me sugirio que la hiciera en un comentario que me hizo en esta otra entrada como entrenamiento previo a la Salenques Tempestades. Sin embargo antes de la Salenques no tuvimos tiempo y tanto a Sento como a mi se nos quedo el gusanillo de hacerla.
La decisión fue tan rápida que no nos dió tiempo a ver reseñas ni a preparar mucho la salida. Lo único que sabia de la cresta es que su dificultad máxima es de IV. Pero ni tiempos, ni logitud, ni desnivel, ni rapeles… Sento si tenía algo más de información, pero no demasiada.
Gracias nuevamente a Raúl de Tramuntana Aventura he sabido, después de hacerla, que se llama Cresta de las Jotas por las inciales de sus aperturistas: Jesús Conejero, Jesús Blasco y Juan Agulló, que la abrieron el 6 de enero del 82.
Volviendo a la ruta. Quedamos a las 6:00h de la mañana para evitar las horas de mayor insolación y a las 7:00h dejamos el parking del Cabeço (el que está antes de las cuevas de Canelobre) después de preparar el material.
Acceso
Para acceder a la cresta hay que coger el P.R.-V 2 en dirección al Raco de Seva y justo cuando termina una empinada cuesta de hormigón a mano derecha sale una senda que es la que nosotros cogimos. Este camino está balizado en el comienzo y es el mismo que conduce al sector Sucina (grandiosa pared de escalada deportiva de alto nivel). Sin embargo antes de llegar a esta pared nos desviamos en sentido opuesto hacía la base de la cresta que se ve enfrente. Nosotros aquí no vimos ningún camino, pero monte a través se sube bastante bien.
Justo antes de llegar al pie de vía vemos que hay una cordada de tres comenzando la ruta. Nos sorprende no ser los únicos fanáticos (alguno diría, no sin razón, locos) capaces de meterse aquí un 3 de agosto. Resulta ser un trio de lo más encantador formado por Isidoro, Paola y Gorka con los que iremos cogiendo confianza a lo largo de la ruta y con los que además compartiremos un par de rápeles. Pero de momento estamos todos un poco somnolientos y apenas cruzamos un par de frases hechas.
La cresta
Esperamos Sento y yo a pie de vía, pero antes de que dejen libre la primera reunión Sento se pone en marcha con este primer largo que tiene un par de pasos de III en el inicio. Como consecuencia a nuestra impaciencia Sento tiene que esperar a mitad del largo a que dejen vacía dicha reunión, algo pequeña para tantos, para poder él, a su vez, montar nuestra primera reunión. Subo y aunque estoy algo frio (quiero decir que no he calentado, frio no hacía ninguno) no tengo ningún probema porque el recorrido es sencillo.
Sento ha montado nuestra reunión unos metros más arriba que la otra cordada, justo al pie de un pequeño murete que es donde se concentran las dificultades del siguiente largo (III+). Esperamos a la que cordada que nos precede avance un poco, pero antes de que todos dejen la reunión me pongo en marcha. Cuando el murete me deja en la misma cresta esta pierde dificultad y avanzo por un terreno muy sencillo hasta que monto otra reunión en una placa horizontal.
El tercer largo es aún más sencillo y deja a Sento en la aguja del Ojal justo encima del lugar conocido como el Ojal. Se trata de un gigantesco y espectacular puente de roca. Yo en lugar de llegar hasta donde está Sento, decido destrepar unos metros antes para quedarme a la altura de dicho sitio. Sento por su parte baja por el camino normal y decidimos tomarnos un tentempié mientras la otra cordada afronta el largo clave de la cresta. Desde luego el lugar es espectacular y merece una parada para disfrutarlo, además la luz es buena así que aprovecho para tomar alguna fotografía. Por cierto, aquí tengo una foto de dicho lugar desde el camino de bajada del Cabeço, es decir, justo enfrente.
Para llegar al inicio del siguiente largo hay que hacer una pequeña travesia a pie que te deja en un collado desde el que continua la ruta. Ahora tengo que superar una placa no muy larga de IV, pero algo difícil de proteger (sobretodo si como yo no dispones de un friend pequeño). En todo caso sale muy bien y el resto del largo es muy fácil. El largo termina en la aguja Trencada donde me reúno con la otra cordada.
No tenemos ningún problema en encontrar el rapel de bajada pues Isidoro lo ha encontrado ya por nosotros. Hay que seguir la cresta y cuando empieza a descender girar hacía la izquierda. El lugar es algo incomodo y el rapel precario, pero Isidoro lo refuerza con un cordino y un mallón que nosotros le damos. Cuando la otra cordada termina montamos nuestro rapel y volvemos a reunirnos con ellos 25 metros más abajo en una gran explanada. Aquí también montan otro rapel para bajar otros 20 metros y ahora nos aprovechamos de su cuerda para ir algo más rápidos.
A partir de aquí guardamos las cuerdas y los gatos, lo que queda es muy sencillo. Subimos hasta un collado y acometemos la cresta por el filo. Este tramo se disfruta mucho. Antes de llegar al final hay un corto paso de III para el que no son necesarios ni gatos ni cuerda (al menos si te mueves con cierta soltura en este tipo de terrenos).
Una vez arriba y después de alguna foto de rigor buscamos el descuelgue de bajada, pero no lo encontramos por lo que decidimos montar un pequeño rapel (por la cara este) para investigar. No sirve de mucho pues no vemos ni rastro de dicho descuelgue, así que esperamos a la otra cordada, a la que habíamos adelantado tras el último rapel, ya que en principio ellos van más documentados que nosotros.
Cuando llegan se ponen también ellos a buscar, pero nada. Finalmente tras dos llamadas a amigos y conocidos Isidoro da con el lugar que está algo escondido. Lo explico por si vas a hacer la ruta: Hay que continuar la cresta y cuando empieza a bajar ir ligeramente hacía la izquierda destrepando buscando una pequeña explanada. En esa explanada y detrás de una pequeña sabina está el descuelgue.
Isidoro espera a que yo llegue para montar el rapel esta vez con nuestra cuerda. Hay que bajar hacía un collado y después a la vertiente este (desde la que se ve la cumbre del Cabeço). Nos reunimos todos abajo, comentamos un poco la jugada, recojemos y nos ponemos en marcha de vuelta.
Desde donde nos encontramos bajamos a mano izquierda primero por unos bloques grandes, luego por un senderillo bien marcado y finalmente por una larga pedrera que nos deja muy cerca del inicio de la via GENE. De aquí a la casa del Suizo por el camino y allí paramos un rato (muy pequeño) a hablar con Juanra el chico que allí vive y que es amigo de Sento. Tras intercambiar un par de frases nos vamos al parking.
Resumiendo una actividad sencilla pero muy disfrutona que estoy seguro repetiremos con un tiempo algo más fresco, porque calor pasamos un rato. Tuvimos además la suerte de conocer a Isidoro, Paola y Gorka. De los dos primeros no pudimos despedirnos pues Sento quería llegar a comer a casa. Desde aquí un saludo a los tres. Esperamos volver a veros por el monte.
Galería de fotos
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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L´Alacantí | |
Sierra del Cabeçó d´Or |