Carrozas 26 aniversario (355 m, 6a). Peñón Divino

Carrozas 26 aniversario es una interesantísima vía de escalada situada a la izquierda del Espolón Pertemba, que aunque de grado moderado, es mucho más exigente que su vecina. Destacan los largos quinto y sexto, una larga travesía de placa fina y mantenida que exige emplearse a fondo. La bajada por las viras de la cara sur es perdedora y delicada.

ATAJO: Salta directamente a la descripción de los largos.

Llevo tiempo con la vista puesta en esta vía para la que me ha costado encontrar compañero. La realidad es que varios quieren hacerla, pero entre las obligaciones y quehaceres de cada uno, la meteo que no parece acompañar este otoño, y las vacunas y contagios por el COVID, no ha habido manera de cuadrar una fecha.

Al final me acompaña Jean, escalador Belga que vive en Aigües con quien este verano escalé la GENE en el Cabeço d’Or.

Se lo propuse el sábado y hoy lunes (festivo nacional) hemos venido. Sin embargo, la hará de segundo ya que dentro de una semana le operan de la rodilla y quiere extremar la precaución. Eso significa que voy a escalar toda la vía como primero de cuerda, un reto mental para el que me siento motivado y con fuerzas, aunque eso no me quita los nervios.

Antes de meterme en harina dejo un pequeño resumen de la vía que el escalador e incombustible aperturista José M. Anaya, escribió en el foro de Matxinklimb. Dice así:

[…] Vuelvo a comprobar que en el Divino no hay vía fácil. Escalar aquí conlleva unos añadidos a tener en cuenta, el descenso no es baladí, pocos destrepes como ese tenemos por estas latitudes, extremar precauciones es poco.

La vía es una joya que se cuela, mediante placas de buena calidad, por zonas herbosas poco atrayentes a primera vista. La escalada tiene tendencia a derechas casi todo el rato, diagonales y travesías muy divertidas de escalar.

Hay dos partes bastante diferentes. La primera, hasta la R7 […]  Es la parte de roca buena, con dificultades mantenidas en torno al V/6a y equipamiento justo para seguir la línea y tener que meter algún seguro flotante. Hasta ahí unos 200 metros.

La segunda parte es diferente. Cambiamos de plano, te metes por la zona trasera, tumbada y aderezada con algún muro donde deberemos poner friends para evitar males mayores. Alpinismo mediterráneo, III’s algo descompuestos que nos sitúan, si queremos, justo donde empieza el destrepe. […] 

Magnífica jornada de escalada pura. Tardamos unas 3 horas. Nosotros usamos los pocos friends que llevamos. Aconsejable camalots, aliens y cintajos varios.

José Martín Anaya

Carrozas 26 aniversario

6a, 355 metros, 8 largos.

Vía abierta por Manolo Pomares, Ovidiu Fransiscar y Alejandro Javaloyes en octubre de 2010 con motivo del 26 aniversario de los Carrozas Climbing, entrañable grupo de amigos y escaladores con los que tuve la suerte de compartir cuerda, viajes y diversión durante varios años.

Se trata de una excelente vía de la que destacan los largos segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto, todos ellos -bajo mi punto de vista- extraordinarios. Bastante fácil de seguir excepto los dos últimos largos.

Por su corta aproximación, excelente caliza y equipamiento, es ya una clásica de esta pared y tiene visos sobrepasar a su vecina Pertemba en número de repeticiones. A mi me parece mucho más interesante y exigente.

Material

La vía está bastante equipada con un amplio surtido de material que incluye cables de acero, cordinos, clavos, spits y parabolts. No obstante en varios puntos los alejes son importantes por lo que es interesante llevar material de refuerzo. Los dos últimos largos están prácticamente limpios.

Nosotros traemos el siguiente material:

• Cuerda doble de 60 metros.
• 15 cintas express. Me faltaron dos en los largos quinto y sexto que uní sin darme cuenta.
• Semáforo de Aliens.
• Totem verde y morado.
• Tres Camalots medianos.
• Varias cintas planas.
• Material individual de reunión.

Acceso

He quedado con Jean en el refugio de escaladores de Sella, así que desde El Campello me dirijo a la Vila por la A7 y desde allí por la CV-770 a Sella.

Justo antes de entrar en el casco urbano, en una curva muy cerrada, hay un desvío a mano derecha, lo tomo. Paso de largo el parking de Sella y me incorporo a una pista asfaltada que se interna en el Barranc de l’Arc. Siguiendo este ramal durante 4 kilómetros llego al refugio.

El parking está lleno de furgonetas y autocaravanas, y me cuesta encontrar un hueco. Se nota que tenemos 5 días festivos y la gente ha cogido el puente.

Jean llega justo después y como no hay sitio decidimos hacer parte de la aproximación, que sigue por la pista que traíamos y que ahora pasa a ser de tierra, en coche. Esto nos ahorra 1,2 kilómetros de agradable paseo por el PR-CV 9 en dirección al Pas del Comptador. 

Aparcamos frente a la entrada de la senda donde la pista se ensancha y permite dejar varios vehículos. La entrada al camino está marcada con un par de hitos.

Aproximación

Tomamos la senda que recorre un tupido bosque Mediterráneo y que va bordeando las paredes del Divino. La conozco bien ya que por aquí he subido varias veces este monte, tanto por el Muret, como por las viras de la Sur (que es por donde vamos a bajar). También pasé por aquí cuando hice la exigente y completa circular por la Sierra de Aitana.

Pasamos junto a los sectores de escalada deportiva conocidos como El Elefante, CP10M y Cueva del Divino, y por último por el pie de vía del Espolón Pertemba.

A su izquierda está el inicio de la Carrozas 26 aniversario. Tiene una flecha picada en la roca y su primer seguro, un cable de acero en un puente de roca, es perfectamente visible.

Carrozas 26 aniversario, la vía

L1 (40 m, V): Una placa de caliza gris nos sitúa en una vira herbosa que tiene tendencia a la derecha y conduce directamente a la reunión situada en una cómoda repisa.

Como suele ocurrirme en los primeros metros estoy frío y escalo algo torpe, así que agradezco la escasa dificultad de este primer largo que me sirve para ir entrando en materia.

L2 (55 m, V+): La vía continúa por la vertical de la reunión. La primera parte del largo es atlética y sostenida, con regletas y buenas fisuras para la autoprotección. Le sigue una sección de roca algo rota pero más sencilla. La reunión es colgada sobre dos parabolts.

L3 (35 m, 6a) + L4 (25 m, V+): Ambos largos consisten en un largo flanqueo a la derecha cuya línea de parabolts y cordinos marca el camino a seguir. 

No tenía intención de unirlos, pero me paso de largo la tercera reunión sin darme siquiera cuenta. Y eso que iba sobre aviso, porque había leído en este artículo del blog Arañita escaladora -un blog con un montón de buena información y muy recomendable- que uno de los parabolts de la tercera reunión se ha roto. 

Estos dos largos, que cruzan una placa de estupenda y compacta roca caliza en travesía, me parecen lo mejor de la vía. Técnicos y mantenidos. Me cuesta más el segundo, catalogado como V+, que el primero, un 6a.

La llegada al gendarme del cuarto largo y la progresión por su lateral para llegar a la reunión es de lo que más disfruto de la vía.

A pesar de lo larga que es la travesía no noto que la cuerda tire de mí en absoluto.

La reunión, bastante cómoda, se sitúa en la punta del gendarme. Mientras aseguro a mi compañero veo una cordada de tres escalando el Espolón Pertemba, nos saludamos en la distancia.

L5 (35 m, V+): Desde la reunión son visibles los dos primeros parabolts del largo, azules. 

Comenzamos superando una pequeña placa que conduce a un diedro ligeramente desplomado. Lo superamos para llegar a una zona de adherencia tras la cual está la siguiente reunión situada en una vira.

L6 (45 m, V): El principio del largo no lo tengo claro, pero varios metros más arriba veo un seguro fijo. Me dirijo allí por el camino que me parece más lógico. Supero un conjunto de placas fisuradas para llegar a una fisura larga y herbosa que conduce hasta la reunión.

Este largo, aunque con menos seguros fijos que los anteriores, es fácil de proteger. Tiene bastante vegetación pero me parece muy bueno, de esos en los que basta con lanzar la mano para que entre en un buen cazo. Me recuerda al tercero de Piel de Serpiente en el Rincón de Bonanza, ambos muy disfrutones.

La reunión se encuentra en una estrecha aunque cómoda terraza con excelentes vistas a las montañas de la Marina Baixa en general y al Puig Campana en particular.

L7 (60 m, IV+): A partir de este largo el carácter de la vía cambia por completo. No es ni mejor ni peor, simplemente distinto. Terminan las placas verticales y finas, y pasamos a un terreno mucho más tumbado, en el que combinamos tramos de escalada sencillos con trepas. La dificultad no es mantenida.

En contra de lo que había leído en el blog antes citado, subimos ligeramente a la derecha hacia un gran arbusto junto al que hay un cordino. Superamos una enorme placa adosada a la pared por la derecha, para internarnos después en una embudo con un paso fino de adherencia que conduce a una marcada canal.

Hasta el embudo he subido por donde va la vía, varios seguros fijos lo confirman. Sin embargo, la canal creo que no pertenece a la vía. La sigo y al llegar a una amplia terraza monto la reunión con un gran puente de roca y un seguro flotante.

Estamos convencidos que nos hemos salido de la vía.

L8 (60 m, IV+) y trepada final hasta la entrada de la vira: Mirando hacía arriba el terreno parece sencillo, así que decidimos continuar ensamblados.

Continuamos escalando la canal del largo anterior metiendo algún seguro intermedio y trepamos por intuición buscando los tramos más sencillos. Este tipo de terreno más alpino que de escalada me encanta. Me recuerda a crestas pirenaicas como la de los Besiberris o a la subida que hice el año pasado al Pic Prim en el Puig Campana.

Tras superar varios resaltes en torno al III+ el terreno se suaviza, nos encontramos en la entrada de la vira de bajada.

Antes de continuar hacemos una parada para quitarnos los gatos, hidratarnos, comer algo de fruta y recoger el material. No muy lejos vemos una pareja en la cumbre del Divino. 

Bajada

Desde donde nos encontramos conozco tres posibilidades para bajar. 

Dos de ellas pasan por subir hasta la cumbre del Divino para desde allí descender, o bien por el Muret, o bien por el cordal que va en dirección noreste primero y este después hasta el Barranc de l’Arc. Sin embargo ambas son algo largas y la rodilla de Jean no está para grandes esfuerzos, así que ni siquiera las planteo.

Vamos a bajar por la viras de la cara sur, una bajada más expuesta y delicada pero mucho más directa. La conozco porque el año pasado subí por aquí a la cima.

Comenzamos caminando a mano izquierda por una amplia terraza, pero enseguida cambiamos de dirección para internarnos en la primera vira. Las paredes quedan a nuestra derecha, en ellas tengo una vía en la lista de pendientes, Amor de Odio.

Un par de destrepes sencillos y un flanqueo nos conducen al primer rapel. Tiene una cuerda fija en bastante buen estado, así que descendemos por ella.

Algo más adelante encontramos el segundo, también con cuerda fija que volvemos a usar para bajar.

Nos encontramos en una enorme campa donde debemos ir cambiando de dirección para dejar la pared de La Taula a nuestra izquierda.

Una cordada está escalando está mítica vía y vistos desde aquí con el Puig Campana detrás y el enorme paredón del Divino impresionan.

Esta segunda vira es más delicada que la anterior, sobre todo cuando estamos llegando al tercer y último rápel. Hay que hacer varios destrepes y el camino a seguir, aunque lo recorrí el año pasado, no lo recuerdo. Y es que subir nada tiene que ver con bajar, el descenso es siempre más complejo.

En caso de duda lo mejor es acercarse a las paredes, al final vemos el tercer y último rápel. Tiene unos 25 metros, y aunque podría destreparse -mi amigo Javi lo hizo-, nosotros usamos la cuerda.

Al pie de este último rápel, ahora sí, sentimos que hemos terminado la actividad. Es cierto que nos falta un paseo hasta el coche, pero es por una cómoda senda.

Cuando pasamos junto a los sectores de deportiva el panorama es muy distinto al de esta mañana. El viento ha parado, el sol proyecta su luz sobre estas paredes, y los escaladores se arremolinan en sus vías.

Son varias cordadas las que vemos. Echamos un par de fotos y seguimos camino al coche.

No damos por terminada la actividad hasta brindar con un par de cervezas. Lo hacemos en la Pizzeria Mundial de Orcheta que conocí este verano precisamente con Jean. Es un sitio que me gusta porque tienen una comida libanesa riquísima, muy recomendable.

Ha sido una gran jornada de escalada, de las mejores del año. Tenía muchas ganas de escalar la Carrozas 26 aniversario en el Peñón Divino y mejor no ha podido salir. Buen tiempo, buena roca y entorno inigualable, aunque por supuesto lo mejor la compañía. 

¡Hasta la próxima!

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