Circular y cumbre en la sierra de Bernia

Hace un año por estas mismas fechas acababa de realizar, junto con mis compañeros de clase, una acampada en La Alcoraya como fin de trimestre en la asignatura de montaña dentro del ciclo formativo que estoy cursando y que espero terminar este año, el TCAF. Aunque lo pasé muy bien no me dejó un buen sabor de boca por varios motivos que no vienen al caso.

Este año se ha vuelto a realizar dicha acampada y he vuelto a asistir, pero ha sido muy distinta a la del pasado año. En lugar de La Alcoraya nos hemos ido, por sugerencia mía, al área recreativa de la Sierra de Oltá, una zona mucho más interesante tanto a nivel de paisaje como por las posibilidades que ofrece de cara a realizar actividades. Además, en lugar de ir como un alumno más, iba como monitor acompañante junto con mi amigo y compañero Juan. Debo decir que nuestros profesores nos han dado mucha libertad en el guiado de las excursiones que se programaron y que gracias a esto he disfrutado y aprendido un montón.

El lunes, que fué el día de la primera excursión, nos fuimos a realizar la circular de la sierra de Bernia a través del P.R.-CV 7 y además existía la posibilidad de ascender a la cumbre para quien así lo quisiera.

La Sierra de Bernia es una de mis favoritas de la provincia de Alicante, forma parte de las últimas estribaciones béticas y su máxima altitud es el pico de Bernia, de 1.126 metros. Gracias a poseer un terreno agreste y escarpado, ofrece múltiples posibilidades para la práctica de la montaña. En este mismo blog tengo reseñada la integral de la cresta que realicé con Sento y Fernando hace ya tiempo, y que es una ruta que no debe perderse ningún montañero de la zona de Levante.

Respecto de la ruta que hicimos el pasado lunes, no os la voy a detallar mucho porque creo que es una de las más famosas de la provincia y existe en internet multitud de información referente a la misma. Solo comentar que nos salió un día precioso para hacer montaña pero nada típico de nuestras latitudes, nubes y niebla.

Comenzamos nuestra excursión en Casas de Bernia, que es una pequeña pedanía perteneciente a la población de Xaló, y nos dirigimos siguiendo el P.R. hacia el Forat. Tras pasar la font de Bernia nos encontramos con un tramo de fuerte pendiente donde además hay un par de trepas muy sencillas que nos dejan en el Forat, un túnel que atraviesa la sierra permitiendo pasar de una vertiente a otra de la misma.

Aquí paramos a almorzar tras lo cual continuamos hacia el Fort de Bernia. Este tramo, que se desarrolla a media ladera y va perdiendo altura, es un constante sube y baja por terreno pedregoso. Dejamos atrás la font del Runar y la font de Bernia (para acceder a ellas hay que desviarse ligeramente) y llegamos al Fort.

Su construcción la ordenó Felipe II en el año 1.565 con el fin de contener las revueltas de los moros y como base de defensa y vigilancia de la costa. De su construcción se encargó el ingeniero italiano Giovanni Battista Antonelli, quien también estuvo a cargo de la construcción del embalse de Tibi. La obra se llevó a cabo en el mayor de los secretos con el fin de prevenir los posibles alzamientos moriscos.

Una vez en el Fort y tras comer algo nos dividimos. Un grupo termina la circular y vuelve al autobús y otro de unos veinte alumnos, en el estábamos todos los de segundo año, los que quisieron de primero y Rubén (uno de los profesores) hicimos cumbre. La subida al pico es lo más duro y delicado de toda la ruta, pero sin duda es también lo más gratificante. En todo caso los puntos más difíciles están equipados con cadenas y una cuerda, equipación que sin ser necesaria ayuda y sirve de quitamiedos. En la cumbre la niebla era bastante cerrada aunque a ratos se abría y nos permitió disfrutar del paisaje en un ambiente excepcional. De todos modos bajamos rápido pues el frio era intenso.

Durante la bajada Juan tuvo un despiste y se salió del camino lo que provocó un destrepe de lo más divertido (no se si para todos). Así pues conviene ir atentos a los puntos rojos y los hitos de piedra que marcan el camino si no quieres que esto te suceda.

En el camino de vuelta al autobús el sol apareció por entre las nubes regalandonos espectaculares momentos de luz.

Como ya he dicho disfruté mucho de la ruta, pero el día aún no había acabado y por la noche tras preparar nuestro vivac en la furgo de Juan, disfrutamos de una buena cena a base de chuletillas, panceta, verduras, etc. Y es que es importante recuperarse después de la actividad física sobre todo teniendo en cuenta que al día siguiente nos esperaba otra ruta que os cuento en la próxima entrada.

Galería de fotos

Mapa de la ruta