El Pico Otal, también conocido como Peña de Otal o Arañonera, cuya cima piramidal se eleva cerca de 1.500 metros desde el valle de Bujaruelo, es la segunda cumbre más alta de la Sierra Tendeñera en el Pirineo aragonés. Se trata de un monte poco frecuentado por tres motivos: está aislado, subirlo desde cualquiera de sus vertientes es una tarea exigente tanto física como técnicamente, y no supera los 3.000 metros de altura. En este artículo cuento la escalada invernal de su corredor oeste y la posterior bajada por el corredor este hacia Bujaruelo.
Estoy con Garo Azkue, de Mendiak eta Herriak, y Mikel, en el refugio libre de Sorrosal. Nos instalamos aquí hace dos días, ya que se trata de un magnífico campo base para la actividad que hicimos ayer -el Pico Tendeñera con esquís– y la que queremos realizar hoy, el corredor oeste del Pico Otal.
Corredor oeste del Pico Otal
Son las 6:00 de la mañana e iniciamos puntualmente marcha. Nos dirigimos y remontamos el barranco de las Planas de Abozo, situado en la cabecera del río Sorrosal, para continuar de forma evidente ascendiendo hacia el fondo del valle. La aproximación por una pala de nieve que se empina progresivamente es bastante cómoda, sobre todo para Mikel y para mí, que vamos con la huella abierta. Avanzamos bajo la atenta mirada del pico Tendeñera, en cuya pala superior vemos las huellas en la nieve que dejamos ayer.
Aprovechamos una pequeña terraza junto a una roca para, con cierta dificultad debido a la escasez de espacio, ponernos los arneses.
La escalada del corredor
Al fondo a la derecha, escondido de la vista tras varias rocas, se encuentra nuestro objetivo. La línea donde comienza no es visible hasta que estamos prácticamente encima, además la inclinación apenas cambia, así que ojo con ir a otro corredor más a la izquierda, ya que conduce a una afilada arista que habría que escalar para salir a la cumbre. Mikel y yo no tenemos que pensar mucho, es Garo quien nos guía, él conoce el terreno y sabe por dónde continuar.
Llegamos a un estrechamiento con un pequeño resalte de hielo donde nos encordamos. Garo lo escala y nos asegura desde arriba. Una vez superado seguimos en cuerda corta remontando los 200 ó 300 metros restantes de corredor. Las condiciones son buenas y avanzamos sin complicaciones hasta la salida.
Una vez fuera del corredor tenemos por delante la pala final con nieve muy dura, alguna placa de hielo y bastante inclinación. Es un tramo aéreo y muy delicado en el que un fallo nos lanzaría al abismo, así que no caben errores. Subimos concentrados hasta un hombro y desde allí siguiendo una cresta ligeramente afilada, a la cumbre.
Hacemos un merecido descanso en el que aprovechamos para comer, hidratarnos y disfrutar de las vistas, que incluyen: Anayet, Midi d’Ossau, Argualas, Algas, Garmo Negro, Balaitús, Gran Facha, Vignemale, Gabietos, Mondarruego, valle de Ordesa…
Bajada por el corredor este
La emoción de la cumbre no dura mucho, aún tenemos que bajar al valle y se trata de una bajada no exenta de dificultades. Los primeros metros hasta llegar a la entrada del corredor este, son los más delicados. Destrepo el primero seguido de Mikel, mientras Garo nos asegura. Una vez en el corredor (que tiene tanta inclinación y longitud como el que hemos subido) bajamos poco a poco de cara a la pendiente.
Cuando llegamos a su base, nos desencordamos y continuamos por una amplia e inclinada pala que descendemos rápido, ya que está sufriendo mucha insolación y existe el riesgo de que caigan piedras o pequeñas coladas. Finalmente, salimos a un embudo donde la pendiente se suaviza.
Caminamos con la cara norte del Pico Fenez a nuestra derecha. En sus paredes, Garo nos muestra «Tristes guerras«, una vía de escalada de 350 metros de recorrido y dificultad MD+, 90º, M7, que ha abierto junto con Alain Andrés y Eukeni Soto. La terminaron hace apenas un mes, en enero de 2024.
Poco a poco, vamos abandonando el valle por el que bajamos para dirigirnos al norte, hacia el barranco del Turbón, al cual nos incorporamos muy cerca de la Grallera del Turbón, una sima helada que forma parte del sistema Arañonera.
La vuelta al valle
A partir de aquí la nieve, que ha sido abundante y nos ha exigido emplearnos a fondo, ya que por momentos nos hemos hundido en ella hasta la cadera, desaparece.
Descendemos el empinado barranco del Turbón cruzando un bosque mixto de boj, abetos y hayas hasta salir a la pista que, desde el Puente de los Navarros hasta San Nicolás de Bujaruelo recorre parte del valle de Bujaruelo. Aquí dejamos mi coche el viernes y aquí es donde termina la ruta.
Volvemos hasta la furgo de Mikel, donde damos buena cuenta del resto de viandas que quedan, acompañándolas con unas cervezas compradas de camino. De este modo, finaliza un magnífico fin de semana de montaña en Pirineos.
En conclusión, la escalada invernal del corredor oeste del Pico Otal y el descenso por el corredor este hacia el valle de Bujaruelo ha sido una completa actividad de alpinismo en un entorno solitario, salvaje y de gran belleza. Una ruta muy recomendable para aquellos que buscan una actividad alejada de otros picos más populares y masificados del Pirineo aragonés.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Pirineo aragonés | |
Sierra de Tendeñera | |
Nubes altas a primera hora, despejado después. Sin viento | |
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