El pasado 18 de febrero me fui a Madrid para asistir a una cena de antiguos compañeros de colegio. A algunos de ellos los conozco desde los 3 años y aunque con los más cercanos sigo viéndome de forma periódica a otros no los veía hace más de 20 años. Fue un simpático reencuentro en el que rememoramos viejas batallitas, nos pusimos al día de nuestras vidas y lo pasamos muy bien.
La cena fue un jueves y decidí dedicar el viernes y el sábado a hacer montaña por la Sierra de Guadarrama. En realidad tenía en mente ir los dos días a La Pedriza del Manzanares. Fué allí donde escalé por primera vez en mi vida y he vuelto muy poco, aunque no por falta de ganas.
Llamé a mi amigo Sergio, que aunque es de Alicante estudia en Madrid y a pesar de no llegar a los 25 años ya forma parte de los Carrozas Climbing. Escala con nosotros cada vez que viene a Levante.
La idea de La Pedriza le pareció bien. Sin embargo cinco minutos antes de salir de viaje a Madrid recibí una llamada suya, quería comentarme un posible cambio de planes. Me proponía dedicar el viernes a escalar algunos corredores por la Laguna Grande de Peñalara y dejar La Pedriza para el sábado. El invierno está siendo anormalmente caluroso y justo esa semana bajaron las temperaturas y cayó una buena nevada, así que nadie quería perder esta oportunidad de disfrutar de algo de montaña invernal. Tuve el tiempo justo de coger piolets, botas, crampones y algo de ropa extra.

El viernes recogí a Sergio a las 8:30h de la mañana en Villalba, habíamos quedado con sus amigos en el parking del Puerto de Cotos a las 9:00h y cuando llegamos ya había una buena cantidad de coches allí aparcados. La temperatura era baja (-7ºC) pero no había ni una nube y no soplaba nada de viento. Todo apuntaba a una magnífica jornada.
Tras conocer a los amigos de Sergio (María, Paula, Alberto y Carlos), miembros del Grupo de Montaña de Montes, subimos tranquilamente hacia la Laguna de Peñalara exactamente por el mismo camino que lo hice estas navidades con mi familia. Sin embargo la nieve lo cubría todo y el aspecto era muy distinto.
Corredor Gandalf al refugio de Zabala
Poco antes de llegar a la Laguna Grande de Peñalara nos desviamos ligeramente hacia la izquierda buscando un cono que se estrecha y que es la entrada del Corredor Gandalf. Se trata de un corto corredor de 55 m con un par de resaltes que hay que superar en mixto. Nos metimos a pesar de que nos cruzamos con un chico que se daba la vuelta y que nos comentó que el corredor no estaba en condiciones. Efectivamente nada más entrar comprobamos que no estaba formado, no había dado tiempo a que la nieve transformara. Aún así superamos el primer resalte. El segundo estaba muy delicado y puesto que no llevamos cuerdas decidimos darnos la vuelta. El destrepe tuvo su gracia.

Una vez abajo bordeamos todo el muro rocoso por la izquierda y fuimos al refugio de Zabala donde nos esperaban María y Carlos que habían decidido no intentar ese primer corredor.
Corredor de la Ceja
Después de este intento fallido nos fuimos al final de la Laguna Grande desde donde sale el corredor de la Ceja de 155 m. Está situado a la izquierda del Tubo Central y es algo más encajonado que este. En realidad entramos por unos resaltes de hielo que se forman poco antes del Tubo Central y que tienen algo más de ambiente que la entrada original. A mitad del corredor hay un ligero encajonamiento que supongo que dependiendo del estado de la nieve variará en dificultad. Nosotros no tuvimos ningún problema. El corredor termina en La Mesa desde donde nos dirigimos a nuestra derecha para buscar el Tubo Central por el que bajamos hasta la entrada de otro corto corredor, el Robot.

Corredor del Robot
Comienza a mitad del Tubo Central y se dirige a la parte final del de la Ceja. Tiene 55 m, está muy encajonado y al poco de entrar nos encontramos con un primer resalte que aunque es algo inclinado se supera bien. Estaba en mejores condiciones que el Gandalf supongo que por su orientación.

Corredor al Pico Hermana Mayor
Una vez salimos del Robot continuamos en la misma dirección que traíamos para dirigimos al pico Hermana Mayor (2.284 m) al que subimos por otro corredor de 95 m que también tenía otro resalte tras el cual hay una pala que termina en la cumbre.

En la bajada, que hicimos por un embudo entre Dos Hermanas para salir primero a una pista y luego al camino de la mañana, nos cruzamos con César Pérez de Tudela que subía foqueando. Resulta que César fue vecino de mis padres durante muchos años y en alguna ocasión me había llevado a escalar. Le paré para saludarle y, aunque al principio no me reconoció, cuando le dije quien era se acordó de mí y estuvimos charlando un rato. Había ido a Madrid para encontrarme con viejos amigos pero no imaginé que me encontraría también con César, fue un encuentro muy agradable.
En resumen una bonita actividad en un buen terreno de juego ideal para ponerse a tono antes de meterse en cosas más serias… ¡y los amigos de Sergio estupendos! Volveremos a coincidir.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Sierra de Guadarrama | |
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama | |
Espacio natural protegido | |
Temperaturas bajas, cielo despejado y viento nulo | |
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