Cresta del Estret en la sierra del Maigmó

En mi última entrada os contaba que la montaña que más a menudo visito en Alicante es el Cabeçó d´Or, y que por ello procuro buscar nuevas rutas para ir poco a poco conociéndola más a fondo. Pues bien, la segunda a la que más veces voy es al Maigmó y la cresta del Estret era una actividad pendiente en esta sierra que también visito con frecuencia.

La del Estret no es una cresta muy frecuentada, de hecho al contrario que la última que escalé, la del Esquenall de l’Ase en el Cabeçó d’Or, no aparece en el popular libro de Joan Crespo 23 crestas y aristas de la Comunidad Valenciana.

Comienza en l’Estret y termina en la Cruz del Maigmó, una cota de 1.048 m unida a través de un cordal a la cumbre, cumbre a la que nosotros no subimos. Sin embargo hacer la cresta y luego subir a la cima me parece una actividad más completa e interesante que dejo para otra ocasión.

Mi amigo Javi, con quien hace no mucho escalé la mítica Botri en Redován, con quien también compartí esta ruta y cuyas fotos ilustran este artículo, resumió muy bien la actividad en su muro de Facebook: “Tarde de desintoxicación prenavideña en la cresta del Estret, sin ser una gran cresta bien merece una visitilla y disfrutar de una zona bastante solitaria.”

También Manu, con quien no salía desde que hicimos el Espolón de la Alcazaba en Sierra Nevada, venía con nosotros.

Cresta del Estret en la Sierra del Maigmó

Acceso

Comenzamos nuestra pequeña ruta en la vía verde del Maigmó. El punto de inicio es el mismo que el de la última ruta que hice en esta misma sierra y que puedes leer aquí.

También coincide el acceso hasta l’Estret, aunque en lugar de sortearlo nos desviamos, 200 metros antes de llegar, a mano derecha hacia la casa del Estret, que está en el fondo del barranco y junto a la que pasamos. Desde allí tras cruzar el lecho seco del río nos dirigimos a la cresta que vemos frente a nosotros.

En realidad el inicio natural de la cresta se encuentra en l’Estret pero comenzamos ligeramente más al este evitando así dos o tres largos de escalada limpia donde sin duda se encuentran las mayores dificultades de la ruta (imagino que V+ como mucho). Nosotros empezamos tal cual lo leímos en la única reseña que hemos visto, la de apatita.com, pero Javi comenta que de repetir la ruta escalaría esa primera parte. Hoy, aunque quisiéramos, no podemos pues no llevamos material de escalada.

La dificultad del resto de la cresta es general baja, II ó III (con algún paso aislado más duro). En cuanto a la roca es bastante aceptable, pero recuerdo tres tramos donde la cosa se pone delicada.

La escalada

Comenzamos en la ladera de la montaña escalando por una placa con buen canto dirección al filo de la cresta. Seguimos por el filo en terreno sencillo hasta llegar al primero de los tres puntos delicados, en este caso no por la calidad de la roca, que es excepcional, sino por el ambiente. Se trata de un tramo de unos seis metros muy afilado y con patio, pero con roca firme y buenos agarres. Sorteamos el paso por turnos, progresando con las manos en el filo y los pies en un lateral de la cresta. Es un paso estético, fotogénico y disfrutón de III ó III+, para mi gusto lo mejor de la cresta.

Lo superamos y continuamos por terreno más fácil hasta llegar a una horcada tras la cual no es posible continuar por el filo pues la roca está muy rota. Bordeamos hasta una estrecha canal que nos conduce al paso técnicamente más difícil de la cresta, IV ó IV+.

Para superarlo seguimos a media altura hasta dar con un diedrillo. Se podría subir directo por él para volver a salir a lo alto de la cresta, pero Javi, que va el primero, encuentra un paso algo más fácil justo tras sortearlo. Manu y yo le seguimos.

Volvemos nuevamente a la cresta en terreno fácil hasta llegar al paso más delicado (que no difícil) del recorrido. Este paso se puede evitar por el lateral, pero ya que estamos aquí queremos probar.

Se trata de otro punto muy afilado, más que el primero, aunque mucho menos bonito y con roca aparentemente rota. Supero el paso a horcajadas algo tenso pues parece que el filo entero se va a desmoronar como un azucarillo. No disfruto en absoluto.

Una vez realizado el paso las dificultades van decreciendo hasta desaparecer. Tras un corto paseo llegamos a la cruz del Maigmó donde disfrutamos de una espectacular puesta de sol.

Bajada

La vuelta la realizamos siguiendo la loma del Maigmó hacia a la cumbre hasta que encontramos un camino, señalizado con un hito, que sale a mano izquierda. Lo seguimos de bajada hasta la pista de l´Eixau donde desemboca.

Seguimos bajando por la pista hasta el desvío de la rambla de la Zarza que sale a mano izquierda. Ojo porque dicho desvío, normalmente visible y marcado con un hito, se encontraba tapado por un pequeño movimiento de tierras a consecuencia de un arreglo en el firme de la pista forestal.

El camino de la rambla de la Zarza termina en l’Estret desde donde volvemos por donde vinimos. Este es el camino que tomé en sentido opuesto para subir al Maigmó la última vez que estuve en esta sierra.

En resumen, corta pero bonita ruta en un entorno solitario y salvaje a pesar de su cercanía a Alicante capital.

Galería de fotos

Mapa de la ruta