Los Picos de Culfreda o Batoua (3.034 m), formados por tres puntas sutilmente diferenciadas, son unas montañas que nunca me habían llamado especialmente la atención. Sin embargo la cresta que se encuentra frente a ellos en dirección E, la cresta de la Pez o del Bachimala la tengo en mente desde hace mucho tiempo. En septiembre de 2010 hice un primer intento a esta cresta con mi amigo Lidón pero una intensa ventisca que terminó con una prematura nevada cuando acababa de terminar el verano no nos permitió ni subir a la cumbre del Bachimala (3.174 m) por la normal.
El verano pasado Lidón volvía a intentar esa misma cresta con otros amigos (Sento, Toño, Oscar…). Me propusieron ir, pero por motivos familiares no pude acompañarlos y en esa ocasión sí hicieron la cresta. El día anterior subieron a los Culfredas a modo de entrenamiento y este año, que era yo quien tenía tiempo pensé en realizar la misma estrategia.
Que no me hubiera fijado en los Culfredas no quiere decir que este sea un monte menor, se trata de un tresmil del Pirineo y eso ya es mucho. Además, esta montaña vista desde las Granjas de Fredançon (Valle de Péguère, en nuestra vecina Francia) se eleva con una impresionante cara norte 1.500 metros más arriba. La ascensión por esa vertiente, además de poco frecuentada, es considerablemente más dura.
Para esta aventurilla me acompañaba mi amigo Simón y Rafa, que podría haber venido, al final no lo hizo por un estúpido error de comunicación. No obstante hicimos una pequeña parte del viaje con él y nos invitó a comer en la casa que ha alquilado en el Vall de Almonacid dónde pasa las vacaciones con su familia.
Ese mismo día llegamos al refugio de Tabernés en el Valle de la Cinqueta de la Pez desde dónde al día siguiente comenzabamos la excursión. Se trata de un refugio libre y hasta su puerta se puede acceder en coche por una pista que sale de la carretera que une San Juan Plan con Gistaín. Es la misma pista que va al refugio de Biadós pero un kilómetro antes de llegar a este refugio se desvía a mano izquierda para acceder al de Tabernés. Para nuestra sorpresa el refugio estaba completamente vacío.
Al día siguiente madrugamos y sin pérdida de tiempo nos pusimos en marcha por el camino que remonta la orilla derecha del valle. Al poco de salir nos cruzamos con otro camino, balizado como PR HU-114, que seguimos hasta el Puerto de la Madera (2.524 m). No obstante, a la altura de una zona que se despeja de árboles y en cuya margen izquierda hay un pluviómetro, el PR se bifurca. Una ramal sigue al Puerto de la Pez y la que nosotros seguimos continúa hacía el de la Madera. Está perfectamente señalizado con un poste por lo que no hay pérdida.
Una vez en el puerto progresamos en dirección norte por una loma pedregosa que nos conduce al Pic de Cauarère o Punta Cabalera (2.902 m). Aquí se enlaza con el itinerario procedente de las Granjas de Fredançon. Continuamos hacia el noreste y la cresta se hace más accidentada obligándonos a realizar cortas y sencillas trepadas antes de alcanzar la cima del Culfreda Occidental (Punta NW, 3.031 m). La cresta continúa fácil y descendemos hasta un collado para volver a subir hasta la Cima Central (3.027 m) primero y la Punta Oriental del Culfreda (Punta NE 3.032 m) después. Las vistas desde la cumbre son espectaculares: Monte Perdido, Vignemale, La Munia, Cotiella, Posets, Bachimala…
La bajada se nos hizo bastante pesada, que es como suelen ser todas las bajadas. Una vez de vuelta en el refugio y tras comer e hidratarnos decidimos que dejábamos la Cresta de la Pez para otra ocasión ya que Simón se encontraba bastante cansado y no se terminaba de ver con fuerzas para esa actividad. No obstante nos quedaban aún dos jornadas por delante y estuvimos viendo qué actividades podíamos hacer. Os las cuento en las próximas entradas.
Galería de fotos
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
---|---|
Pirineo aragonés | |
Bal de Chistau | |
Espacio natural protegido |