Descenso de barrancos. Gorgo de la escalera

El viernes anterior a esta salida me encontraba en casa indeciso. No sabía si irme a escalar con los Carrozas Climbing o a hacer senderismo por la Sierra Serrella. Y mientras le daba vueltas al asunto me llamó Vicente de Tramuntana para ver si le acompañaba a guiar unos clientes en el barranco Gorgo de la Escalera. Más que guiar lo que yo iba a hacer era acompañar a mi amigo y conocer el barranco por si me necesitaban en futuras salidas. Aunque no soy muy barranquero me pareció una excelente alternativa ya que me permitía conocer un lugar nuevo y aprender técnicas de guiado en barrancos.

El Gorgo de la Escalera es un barranco de iniciación que se encuentra en el municipio valenciano de Anna (comarca de la Canal de Navarrés) y que lleva agua todo el año. A lo largo de su recorrido podemos hacer saltos en varios puntos, uno de ellos de algo más de 8 metros, aunque son opcionales. El último rapel de unos 25 metros, volado y junto a una cascada es un magnífico final para actividad muy disfrutona.

Había quedado con Vicente a las 8:30h en una cafetería de Alicante donde también coincidí con mi amigo Luís que se iba a otra actividad en Calpe. Tomamos un café rápido y nos fuimos sin pérdida de tiempo a recoger el material, ya que los clientes nos esperaban en Anna a las 10:30h y teníamos por delante casi 90 minutos de coche hasta allí.

Un kilómetro antes de llegar a Anna por la CV-580 hay una rotonda e inmediatamente después de esta un desvío a mano izquierda nos deja en una antigua carretera sin salida donde podemos aparcar el coche. Nosotros en realidad habíamos quedado con los clientes en una gasolinera que hay un poco más adelante por ser este un mejor punto de encuentro, aunque volvimos a dejar el coche al punto que os comentaba.

Tras las presentaciones, repartir el material y ponernos los neoprenos nos fuimos al barranco al que se accede desde una senda que sale antes del puente que cruza la carretera que traíamos. Precisamente el primer rapel se encuentra justo debajo de dicho puente y cuando nosotros lo hicimos estaba seco. El segundo rapel, que también estaba seco terminaba sin embargo en una poza con agua y a partir de aquí el agua nos acompañó hasta el final.

Tras esta primera poza atravesamos una zona con gran vegetación y llegamos a otra enorme donde nos entretuvimos haciendo saltos desde diversos puntos que Vicente nos fue enseñando. Continuamos hasta la zona de baño que da nombre al barranco, y que es accesible al público en general por unas escaleras que hay junto al campo de fútbol del pueblo. Aquí estaba el salto más alto del barranco y también estuvimos un ratillo tirandonos tantas veces como quisimos.

El último rapel se encuentra justo después de este punto y es la guinda perfecta para una actividad poco exigente pero muy disfrutona.

La vuelta al coche se hace por una senda que sale a mano derecha desde el cauce justo después de un tronco cruzado en el lecho del río. La senda se convierte en pista ascendente hasta llegar a un punto donde vemos frente a nosotros la gasolinera que nos sirvió de punto de encuentro por la mañana y que ahora nos sirve de orientación para llegar hasta el coche. Se tarda unos 20 minutos.

Una vez en el parking nos despedimos de los clientes y Vicente y yo nos fuimos a reponer fuerzas a un bar del pueblo.

En resumen, una actividad en la que he aprendido y disfrutado un montón con mis amigos de Tramuntana, unos grandes profesionales a los que confiar tus actividades de turismo activo.

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Mapa de la ruta