El Dorado (80 m, 6a+). Escalada en el Racó del Corb (Sierra de Toix)

El Dorado es una vía de escalada situada al borde del mar en el sector Racó del Corb de la Sierra de Toix. No es larga ni difícil. Solo tiene 85 metros repartidos en 3 largos y un grado de 6a+. Además está completamente equipada. Sin embargo es una vía que intimida, y mucho. Por una parte está su equipamiento, oxidado por el entorno marino (creo que ha sido parcialmente reequipada pero aún así no se ve muy fiable). Por otra, la propia vía con mucho ambiente en la vertical del mar.

Pero también es una vía extraordinaria. Sigue la línea más lógica y atractiva de la pared, tiene un roca sorprendentemente buena, pasos preciosos y un gran ambiente sobre las cristalinas aguas del Mediterráneo. Fue la primera que se escaló en esta pared y es la más repetida, una verdadera joya.

Me ha recordado, aunque son vías muy distintas, al Diedro Hoz de Jaca. Y es que ambas son cortas, están equipadas, tienen gran ambiente y se sitúan en entornos impresionantes. Sin embargo en aquella recuerdo escalar bastante mal y en esta me he visto de maravilla.

El Dorado, Racó del Corb

Domingo por la mañana. He quedado para escalar con Javi, con quien hice la última actividad que tengo reseñada en el blog, el Canuto norte de la Alcazaba, otra magnífica actividad aunque muy distinta a esta. Estamos en el coche por la AP-7 y aún no sabemos si ir a la GEDE en el Estrecho de Mascarat o a El Dorado en el Racó del Corb. Finalmente nos decidimos por la brisa del mar y el murmullo de las olas.

Acceso

En la AP-7 tomamos la salida 64 (Altea/ Calpe) y accedemos a la N-332 dirección Calpe/ Valencia. Unos 500 metros antes de atravesar los túneles del Barranco del Mascarat nos desviamos a la derecha por la calle que da acceso a la Urbanización Mascarat.

Cruzamos el Barranco del Mascarat y tomamos la segunda calle a la izquierda e inmediatamente después otra vez a la izquierda. Llegamos a una plazoleta donde termina esta calle. Aquí aparcamos

Aproximación

Desde la plazoleta cogemos el camino que sale entre dos urbanizaciones y se dirige a la Cala del Racó del Corb. La senda baja un barranco hasta la playa. Justo enfrente están las paredes.

Material

Aunque la vía está equipada, conviene llevar un juego de empotradores y friends por dos motivos. El primero es que algunos seguros alejan. El segundo es que muchos no se ven fiables y reforzados con material flotante dan más tranquilidad.

Nosotros escalamos con dos cuerdas de 60 metros pensando en los rápeles de la bajada, ya que el segundo es de 50 metros (al final no rapelamos, bajamos andando). Además llevamos 15 cintas express, material de reunión y casco.

Escalada

L1 (20 m, V+): la vía comienza en el extremo oriental de la playa, en la misma orilla del mar. Asciendo unos metros en travesía hasta llegar a una fisura. En ese momento me doy cuenta que he olvidado el magnesio en el coche. En una vía como esta, al borde del mar, me rayo pensando que lo voy a necesitar, pero me sorprende lo buenísima que es la roca y no lo echo de menos en ningún momento de toda la vía.

Remonto la fisura hasta una repisa, hago una travesía a la derecha y llego a la reunión, muy cómoda en esta amplia repisa.

L2 (35 m, 6a+): Javi tira de primero. Sale en travesía a la derecha hasta llegar a la gran fisura que corta la pared prácticamente de arriba hasta abajo. Estos primeros pasos son los menos evidentes. El resto del largo consiste en superar esta larga, potente y mantenida fisura que desploma ligeramente. Eso sí, tiene muy buen canto.

A mitad del largo la fisura se ensancha hasta convertirse en una chimenea. Es un buen sitio donde tomar un respiro antes de encarar la última parte del largo en la que vuelve a estrecharse hasta llegar a la reunión, colgada sobre tres parabolts. Es el mejor largo de la vía, simplemente excepcional.

L3 (25 m, 6a+): Javi vuelve a subir de primero. Sale en travesía ascendente a la izquierda por terreno similar al largo anterior. Pocos metros después el carácter de la vía cambia drásticamente y los grandes agarres dan paso a una sección muy técnica con gotas de agua en una roca caliza gris compacta de gran calidad. La vía termina en una vira herbosa.

Bajada

Caminamos por la vira hacia la izquierda y pasamos junto a los rápeles de la vía Isla Encantada. Lo habitual es bajar por aquí haciendo dos rápeles, pero observando el terreno decidimos hacerlo andando ya que parece más rápido.

Seguimos ascendiendo la vira haciendo algunas trepas hasta cruzar un barranco y bajar una ladera que nos deja en la urbanización de enfrente. Desde ahí el camino al coche es evidente.

Preciosa vía que recorre la fisura más evidente de este acantilado. No es de extrañar que fuera una de las primeras líneas en ser escaladas. Super recomendable.