Escalada clásica en la Sierra Helada (Benidorm)

Entre las bahías de Benidorm y Alfaz del Pí se encuentra la elevación montañosa de la Sierra Helada (Serra Gelada) un Parque Natural marítimo-terrestre declarado como tal en marzo de 2005 y cuya superficie protegida es de 5.564 hectáreas, de las cuales el 88% corresponden al medio marino. Esta pequeña alineación montañosa con acantilados de más de 300 metros recibe su nombre por el efecto óptico que produce la piedra al reflejarse sobre ella la luz de la luna.

Existen varias rutas senderistas que permiten conocerla. La más completa de ellas recorre toda la sierra de un extremo al otro y de la cual tienes en este mismo blog un par de reseñas (ver reseña 1, ver reseña 2). Para conocer el medio marino lo más interesante es hacerlo en kayak o buceando.

En cuanto a la escalada en sus acantilados existe muy poca información e ignoro si está regulada dentro del plan de ordenación de recursos naturales del Parque, probablemente no. Las únicas reseñas que he visto son las que de vez en cuando publica Mark Edwards en su muro de Facebook, pero más allá de admirar sus fotos no les había prestado demasiada atención dado que los grados en los que se mueve Mark están muy lejos de los que yo escalo.

El viernes, un día antes de realizar su escalada cuando ni siquiera sabía de su existencia, me fuí al Cabeçó d´Or con Xavi (compañero del TD1) y fue cuando me habló de la vía en cuestión. Xavi ha escalado mucho tanto con Mark como con Rowland (su padre) y tiene una buena relación con ellos por lo que conoce las vías que, estos británicos afincados en Finestrat, van abriendo. Según me dijo la vía es muy sencilla pero espectacular. Quedamos para hacerla al día siguiente.

Diedro Edwards/Martínez

Según he podido leer en el muro de Mark la primera vez que escaló esta vía fue el 21 de septiembre de 2013 junto con escalador de Benidorm José Martínez.

Se trata de una vía de autoprotección (reuniones equipadas) sobre roca arenisca (extraña en Alicante) muy adherente y más resistente de lo que a priori parece. Originalmente tiene tres largos de los cuales el más destacable es el tercero, una larga fisura que forma un diedro de unos 45 metros. Nosotros después de este hicimos otro largo que creo que no es de la vía original, pero que merece mucho la pena.

Acceso

Desde Benidorm subimos por la carretera que conduce a la Cruz primero por la calle Sierra Dorada desviandonos en la calle Tokio y finalmente en la calle Hawai una calle sin salida al final de la cual aparcamos el coche. Para aclararnos, el último desvió a la derecha de la calle que sube a la Cruz.

Desde aquí hay que bajar monte a través hasta que llegamos a una pequeña explanada donde hay un pino rastrero y si nos fijamos veremos varios cáncamos de ferretería (algunos pintados) que son las últimas reuniones de algunas de las vías que llegan hasta aquí, entre otras la nuestra.

Sobre uno de estos cáncamos hacemos un rapel de unos 12 metros tras el cual continuamos la bajada a pie y al rato vemos a nuestra izquierda (mirando al mar) la característica fisura del tercer largo. Aún hay que bajar algo más hasta situarnos en el pie de vía que hay que intuir porque no tiene indicación alguna.

Recorrido

Los grados aquí expresados son una valoración subjetiva mía ya que no he visto referencia alguna de los mismos en ningún sitio. Según Xavi la vía es IV/IV+. Yo creo que es algo más dura.

L.1 (15 m – V/V+): El primer paso desploma ligeramente y a mi me resultó algo duro tanto por mi falta de experiencia en este tipo de roca (daba la sensación que se iba a romper en cualquier momento) como por el hecho de que me cogió en frío. Lo cierto es que me intimidó un poco ya que creía que los dos primeros largos eran puro trámite y me encontré con este paso que al final me pareció el más duro de la vía.

Después de este paso raro se continúa por unas terrazas sencillas hasta la reunión.

L.2 (15 m – IV): Hay que buscar una U formada por la roca que está en la misma vertical de la reunión. Superamos esa U, ligeramente desplomada, y tiramos hacia la izquierda buscando la base de la característica fisura del tercer largo. Un largo con mucho agarre pero difícil de proteger.

L.3 (45 m – IV+/V): Largo muy estético donde se alternan pasos en oposición sobre el diedro y bavaresa. Los primeros metros son más sencillos, luego aunque no llega a complicarse excesivamente exige algo más. Termina cuando se acaba la fisura.

Estos tres primeros largos los hizo Javi en cabeza y yo me dejé arrastrar y disfruté de escalada.

Creía que la vía terminaba aquí pero Javi tenía una sorpresa para mi. Se trata de un último largo tan disfrutón como el tercero aunque completamente diferente. Cuando me lo comentó no podía creerlo, sobre nuestras cabezas estaba el lugar por donde habíamos rapelado a primera hora y unas sencillas terrazas sin mucho interés nos separaban del final de la vía. Sin embargo tras una travesía hacia la derecha y un destrepe de varios metros llegamos a otra reunión. El destrepe tiene un único paso, el primero, algo delicado. Desde luego el sitio hay que conocerlo porque si no es raro aventurarse por él. Desde esta reunión hay que hacer otra travesía a la derecha que nos deja en una terraza en la que encontramos una cueva a nuestra izquierda (mirando a la pared). Nos metemos en la cueva pues por ella sale el siguiente largo.

L.4 (20 m – IV+/V): Esta vez si voy de primero. Se sale hacia la derecha de la reunión con el mar como telón de fondo por unas grandes repisas hasta llegar a otra terraza. Una vez en ella hay que progresar por la vertical superando un desplome super disfrutón con buenos agarres y después una pequeña placa te deja en el final de la vía.

La vuelta se hace por el camino que habíamos tomado de bajada en sentido inverso.

Cuando hubimos terminado fuimos a casa de Xavi a tomarnos unas cervecitas para festejar nuestra primera vía juntos.

En resumen una vía corta para escalar en una mañana (o una tarde) con dos largos iniciales para entrar en calor y otros dos para disfrutar intensamente. Me encanta realizar este tipo de vías poco escaladas en lugares tan mágicos como este y con tan poco afluencia de escaladores (el día que fuimos nosotros estuvimos solos). Desde aquí agradecer a Xavi por haberme llevado a este lugar privilegiado de Alicante a escalar.

Para escalar en Alicante con el mar como telón de fondo no solo existe el Peñón de Ifach: Sierra del Toix, Morro Falquí, Sierra Helada y otros mucho lugares que espero conocer en el futuro.

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