Escalada en el Peñón Divino (Alicante). Espolón Pertemba

El Espolón Pertemba (215 m, V) es la vía más sencilla de cuantas ascienden al Peñón Divino, aunque no por ello hay que subestimarla ya que es una escalada seria en terreno de aventura. Se trata de una actividad que tengo pendiente desde que compré el libro “112 propuestas de escalada en la Comunidad Valenciana”, de Rosa Mª Real y Carlos Tudela, hace ya unos cuantos años. Fue una de las que apunté precisamente por lo fácil que, al menos sobre el papel, parece. Sin embargo en la guía Rock Fax Costa Blanca la catalogan como HVS (Hard Very Severe aproximadamente un MD) algo por encima de una vía cuyo largo más complicado es de V. Mi sensación tras escalarla es la de una vía que hay que tomarse en serio.

Pero empecemos por el principio. Hace casi un año, en uno de esos raros días que los Carrozas no salen a escalar, estuve con Sento y Fermín escalando deportiva en Sella y aprovechamos la visita para acercarnos al pie de vía. Fermín la había escalado hacía poco y me puso los dientes muy largos. Quedamos en hacerla juntos y por fin se dieron las circunstancias otro raro sábado en que los únicos Carrozas que salimos fuimos él y yo.

Dejamos el coche en el aparcamiento que hay frente al refugio de escaladores de Sella y nos dirigimos por el PR-CV 9 hacia Benimantell. Pasamos una masía y poco después nos encontramos un desvío a mano izquierda que se dirige a la base del Peñón Divino.

Escalada Espolón Pertemba (V, 215 m)

La vía tiene todas la reuniones equipadas y a lo largo de la misma nos encontraremos algún expansivo, clavos y cordinos aunque hay que llevar empotradores y fisureros. La roca es en general buena, excepto en el primer largo que está algo roto.

L1 (40 m, IV+): El largo comienza en la base del marcado espolón conocido como Trompa del Elefante. En su base hay un químico que nos puede servir como referencia. Este primer largo, que hizo Fermín de primero, se encuentra algo roto así que hay que ir con ojo. El largo termina en una cómoda reunión que ha sido recientemente reequipada.

L2 (45 m, V): Es el largo más complicado de la vía. Desde la reunión hay que irse ligeramente a la izquierda buscando una línea de seguros formada por clavos y cordinos. Yo, que lo hice de primero, no lo sabía y subí recto desviándome por una fisura que bordea el espolón hacia la derecha. El largo resultó exigente, con mucho ambiente y completamente limpio, aunque tiene buenas posibilidades de aseguramiento.

L3 (40 m, IV): Hay que subir ligeramente hacia la derecha y luego a la izquierda sobre un saliente. Después rectos llegamos a la reunión. Fermín lo escaló de primero.

L4 (30 m, IV+) + L5 (20 m, IV): Salí ligeramente a la izquierda por una zona con mucha vegetación y puse un seguro en la reunión de la vía Carrozas 26 aniversario. Pero me toco volver a la derecha y subir hacia una placa lisa y aparentemente inexpugnable que forma un diedro. Resultó ser mucho más sencilla de lo que parecía. Tras salir de la placa por la derecha ví la reunión unos metros más arriba a la que se llega por terreno fácil.

L6 (40 m, IV): Hay que buscar un encajonamiento donde hay un árbol y subirlo por la derecha. Arriba hay unos cordinos sobre los que rapelar. Fermín no hizo el largo pues nuestra intención era bajar rapelando y a no ser que quieras disfrutar de las vistas, que merecen la pena, carece de interés.

Bajada

Fermín me propuso bajar rapelando. Todas las reuniones están equipadas y por lo visto hacerlo a pie es farragoso y perdedor. Habíamos leído en el blog de Amador que él lo hizo así y lo preferimos. Fue un rollo porque la cuerdas se enganchaban por todos los lados y nos llevó algo más de una hora. Creo que la próxima lo hacemos a pie.

Fue un día super disfrutón, que me dejó gran sabor de boca y en el que lo pasé muy, muy bien. Fermín es un gran compañero de cuerda.

Galería de fotos