De todas las actividades de montaña que practico (escalada, senderismo, alpinismo…) probablemente la que deja en mí sensaciones más intensas es el esquí de montaña. Tiene todo lo bueno del alpinismo con la ventaja añadida de que el descenso, lo peor de una actividad de montaña, es su punto fuerte. Es cierto que no siempre las condiciones son buenas y hay ocasiones en que el manto nivoso helado o costra pueden convertir la bajada en un infierno (como me ocurrió en el Chullo hace ya unos años). Pero cuando se juntan los astros no hay nada comparable. Recuerdo con especial cariño un fin de semana de junio en el valle de Lanjaron (Sierra Nevada) con unas condiciones excepcionales esquiando hasta las 8 de la tarde una nieve polvo difícil de encontrar en pleno invierno.
Por eso, aunque me parece una actividad muy exigente a la que me gustaría dedicar más tiempo y aunque es difícil encontrar compañeros, intento al menos una vez al año hacer una salida. En este artículo os cuento la de este año y espero que la temporada que viene pueda haber muchas más.
Además, esta temporada estrenaba esquís. Tras más de veinte años con los mismos, unos alpinos largos y pesados que han sido objeto de mofa en más de una salida, surgió la oportunidad, a través de Javi Mercuri, de adquirir otros de segunda mano. Lo cierto es que con las pocas salidas que hago no pensaba comprar otros, pero Javi me comentó que un amigo suyo vendía unos a buen precio y en buen estado. Me pareció una buena oportunidad y me hice con ellos.
Pero vamos al lío.
Para esta actividad me he juntado con la persona más fanática de las tablas y el fuera pista que conozco en Alicante, Gerard que además ha organizado la ruta. También vienen Natalia, Elena y Miguel. Elena y Miguel a quienes he conocido en el viaje, traen sendos splits boards y solo nos acompañan el viernes en una pequeña ruta cerca del túnel de Vielha.
La idea inicial es ir al Posets desde el refugio Ángel Orús, la misma ruta que puedes leer en este enlace pero con esquís. Sin embargo cambiamos de planes por culpa de una profunda borrasca bautizada por el AEMET como Emma, borrasca que dejó en el Pirineo central gran cantidad de nieve y enormes acumulaciones por culpa de los intensos vientos. Con un peligro de aludes de 4 sobre 5 decidimos ir al Valle de Arán cuyo clima atlántico no se ha visto tan afectado por la famosa borrasca.
Esquí de montaña en el valle de Arán
Salimos de Alicante el viernes a las 5 de la mañana con idea de hacer algo ese mismo día. A las 13 horas estamos en la boca norte del túnel de Vielha preparándonos para comenzar.
Mientras nos cambiamos aparece Edurne Pasaban, la primera mujer en ascender los 14 ochomiles del planeta. Vive en el valle de Arán donde tiene una compañía de guías de montaña y en el momento que la vemos está trabajando, viene a recoger a unos clientes. Como aún no han llegado charlamos un rato y nos hacemos unas fotos con ella. Ya la había visto en Alicante en una ocasión que vino a dar una conferencia, entonces me pareció maja y ahora también.
Nos despedimos y comenzamos la ruta. Aunque la idea es subir el Tuc de Horno el intenso viento, que en ocasiones nos obliga a parar y agacharnos, impide que la realicemos completa, de hecho nos quedamos lejos de la cumbre.
La nieve está peor y hay menos de lo que pensábamos. Llovió en cotas bajas hace un par de días derritiendo parte y dejando algo de costra. En todo caso es una buena toma de contacto y aunque la bajada es corta vuelvo con muy buenas sensaciones.
Tras la ruta nos vamos a Vielha buscando un lugar donde comer algo. Desde el desayuno a las 4:30h de la mañana no hemos tomado prácticamente nada (en mi caso un plátano y unos frutos secos). Gerard que hace de maestro de ceremonias, nos sugiere un bocata en casa Luis. La elección es perfecta. El bocata es una barra entera de pan que desaparece entre nuestras manos en un abrir y cerrar de ojos. Una buena jarra de cerveza acompaña a las viandas.
Dos horas más tarde estamos en el apartamento de Gerard preparando unos espagueti carbonara que también devoramos. Creo que con el bocata y los espagueti hemos recuperado y estamos preparados para la ruta de mañana.
Esquí de montaña al pico Era Montanheta (2.401 m)
Sábado, 5:30 de la mañana. Suena la alarma e inmediatamente nos ponemos en marcha. Queremos comenzar a foquear a las 6:30 pero nos retrasamos hasta las 7:00. Miguel y Elena nos acompañan hasta el inicio de la ruta pero no vienen con nosotros prefieren la estación de esquí de Baqueira, así que esta actividad la hacemos Gerard, Natalia y yo.
Desde Salardú seguimos la carretera a Bagergue. Tras cruzar el pueblo comenzamos la ruta dirección norte por la pista de Liat que abandonamos al llegar a una amplia vaguada. Nos dirigimos a la Borda de Lana que está al final de la vaguada para cambiar a rumbo oeste y encarar una ladera que remontamos. Salimos a otra pista, es la que se dirige al Plan des Artiguetes cruzando la Colhada de Varradòs.
Paramos a echar un trago y al dejar mi casco en el suelo, este cae ladera abajo por la pendiente helada perdiéndose 150 metros más abajo entre unos arbustos. Veo impotente como desaparece y no me molesto en ir a por él, a la vuelta lo buscaré.
Seguimos la dirección de la pista que en realidad no se percibe porque está completamente cubierta de nieve.
Al cruzar unos bloques de nieves producto de una avalancha reciente, vemos sobre la nieve un rastro de sangre que se dirige a unas rocas monte arriba. Levantamos la vista y vemos un zorro dándose un buen banquete con la presa aún en la boca, el rastro es de su presa. Algo más arriba vemos unos rebecos. No se si un zorro es capaz de matar a una cría de rebeco, quizá estaba herida o enferma. Lo cierto es que la imagen, que parece sacada de un documental de la BBC, da a entender que su presa es efectivamente un pequeño rebeco. Aunque siento pena por la presa, me emociona ver la naturaleza en estado salvaje.
Tras observar la escena volvemos a nuestra actividad. Sobrepasamos la Cabana de Moredo e iniciamos la ascensión del pico Era Montanheta rodeándolo por el norte en una media ladera ascendente. Vivo esta subida con cierta tensión porque el manto nivoso no parece muy estable.
Nuestra soledad se ve turbada por un helicóptero que pasa cerca nuestro y que deja a unos esquiadores en la ladera de enfrente. Han contratado una actividad de heliesquí y van a disfrutar de varias bajadas en los montes de alrededor. La verdad es que la nieve está en unas condiciones excepcionales para esta actividad.
Llegamos a lo alto de la montaña y tras las fotos de rigor, dudamos que vertiente elegir para la bajada. Finalmente nos decidimos por la ladera sureste. Gerard baja primero, le sigo. Los primeros giros, con una pendiente algo mayor de 35º, son algo torpes pero enseguida me hago a la nieve y a los nuevos esquís, y comienzo a disfrutar de una bajada excepcional, de las mejores bajadas que recuerdo.
Nos internamos en una canal donde la pendiente se acentúa hasta los 40º, la bajada es brutal y disfrutamos como enanos.
Volvemos a la zona donde vimos al zorro horas atrás, ahora la calidad de la nieve es menor. Hemos pasado de una nieve polvo recién caída a otra más húmeda y transformada mucho más pesada.
Poco antes de llegar a Borda de Lana Gerard y yo nos desviamos hacia los matorrales donde esta mañana desapareció mi casco que Gerard encuentra rápidamente. Llegar hasta él supone una pequeña aventura en la que me veo obligado a subir una empinada pendiente entre los arbustos pero me alegro mucho de recuperarlo.
De vuelta a Bagergue nos sentamos en la terraza de un hotel donde disfrutamos de unas merecidas cervezas bajo el sol invernal, que calienta poco pero reconforta. Las magníficas vistas del valle y las montañas circundantes son el fin perfecto a una magnífica actividad de esquí de montaña. Aquí esperamos a Elena y Miguel que también han disfrutado de su jornada en la estación.
Con la bajada aún reciente volvemos a casa Luís donde nos zampamos un bocata como el de ayer.
El domingo madrugamos y nos acercamos a Beret donde pensamos hacer otra pequeña actividad, pero está nublado y nevando y decidimos volver a Alicante.
Ha sido una actividad corta pero muy, muy disfrutona que me deja sensaciones excelentes y muchas ganas de más esquí de travesía. Apenas he dicho nada de unos compañeros, no han podido ser mejores.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
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Pirineo catalán | |
Valle de Arán | |
Viernes mucho viento. Sábado sin viento. Despejado ambos días. | |
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