Preliminares
Como sabéis los que seguís este blog, el año pasado me presenté a las pruebas de acceso al primer nivel de grado medio de montaña y escalada y no las supere (haciendo click aquí podéis ver la entrada que escribí a raíz de aquello), así que este año había que volver a intentarlo.
Mis condiciones personales este año han sido algo distintas al pasado. Para empezar Juan, mi compañero y amigo de TCAF, decidió que él también se presentaba y mano a mano hicimos un par de salidas. Una al Puig Campana y al Ponoig, en la que también estuvimos con Simón e Iva a los que hacía tiempo que no veía. Y otra a la ferrata de Villena cargados como mulos y lo más rápido que pudimos para entrenar el resalte rocoso (la prueba en la que pinche el año pasado).
Además había recibido varias llamadas de gente, que a través de este blog habían visto la entrada que publiqué el año pasado explicando el funcionamiento de las pruebas y querían información de primera mano. Con dos de ellos (Vicente y Luís) también quedé para hacer una salida, concretamente la que realizamos en Murcia cuando fue publicada la ruta definitiva.
Sin embargo no las tuve todas conmigo hasta prácticamente el día de la prueba, ya que una semana antes cogí una infección de las vías respiratorias que me tuvo literalmente hecho mierda. El domingo anterior, cuando aún no me habían diagnosticado la enfermedad y aunque me encontraba fatal, cargué la mochila y me fuí al Mitjorn con intención de entrenar un poco.
Mi intención era salir de Jijona, subir a la Peña del Mitjorn y desde allí ir al Alto de la Martina, a la font de Vivens y al Pico Cuartel, para volver por la Costera de Ibi y Cuatro Barrancos a Jijona. Sin embargo durante la subida a cumbre pude comprobar el penoso estado físico en que me encontraba, con continuas toses, la nariz constantemente moqueando y una respiración que parecía la de Darth Vader. Con este panorama una vez que hice cumbre decidí bajar a Jijona. En lugar de hacer la ruta que tenía planificada hice la circular por el P.R.-CV 212, que aunque esta bien, no tiene ni la mitad de desnivel del que yo pensaba hacer.
Con este panorama y bastante desmotivado, el lunes fuí al médico quien me diagnosticó la enfermedad, me recetó antibiótico y me sugirió descanso absoluto para la próxima semana. Incluso me hizo un certificado médico para ver si me devolvian el dinero que ya había pagado. Pero como parecía que no me lo devolverían decidí que haría la prueba aunque estuviera hecho pedazos, no tenía nada que perder.
El martes 18 publicaron el horario, el lugar, los itinerarios y tiempos, y quedé con Vicente, Luís y Juan para ir el siguiente jueves a entrenar la ruta. Aunque el lugar era el mismo que el año pasado (ascensión al Pico del Buitre en la sierra de Moratalla) la prueba de condición física era bastante más dura cumpliendo, este año sí, con los requisitos exigidos por educación, esto es: recorrer un itinerario conformado por un terreno variado de montaña de 1.500 metros de desnivel positivo acumulado, en el tiempo establecido por el tribunal. Para conseguir estos metros extras de desnivel nos tocaba pasar por otro pico antes de subir al Buitre, y además una vez en el pico del Buitre volver a bajar hasta un collado para subirlo nuevamente a través de una ruta circular.
Nuestra intención para el jueves no era hacer la ruta entera sino reconocer el terreno, entrenar el resalte rocoso y en mi caso ver que tal me encontraba después de unos días de antibiótico.
Las sensaciones durante la subida al Buitre fueron muy buenas, me encontraba prácticamente recuperado y eso me hizo volver a recobrar el ánimo. Después de hacer esta cumbre fuimos al resalte rocoso donde estudiamos las mejores posibilidades de ascenso. Aquí tuvimos un pequeño susto, ya que Vicente se agarró una piedra que se desprendió y tuvo una aparatosa caída que gracias a que su mochila la amortiguó se quedó en una contusión de tobillo, que para el sábado ya estaba prácticamente curada, y un susto. En todo caso después de esto nos volvimos a Moratalla, pues entonces tampoco sabíamos como estaba el tobillo de Vicente y pensamos que mientras estuviera caliente podíamos continuar, en frío no estaba tan claro.
El viernes por la tarde quedé con Juan y Ari (que aunque no hacía la prueba nos acompañaría) para ir a la reunión técnica explicativa que nos dieron en Murcia capital. Allí nos encontramos con Vicente y Luís y para sorpresa mía también con José Miguel de Aitana Aventures que aunque es guía tiene un título antiguo que debe convalidar, por lo que debe realizar el curso. Me alegró este feliz encuentro, además José Miguel salía en mi mismo grupo.
Después de la charla Juan, Ari y yo nos fuimos a Moratalla, allí cenamos y dormimos en la furgo de Juan.
La prueba
La prueba está dividida en dos partes. En la primera se valora la condición física mediante la realización de un recorrido por terreno variado de montaña de 1.500 metros de desnivel positivo acumulado, que había que realizar en un tiempo máximo de 4 h 50 min para los TD1 y de 4 h 30 min para los TD2. Este recorrido hay que realizarlo transportando una mochila cargada con 10 kilos de peso. Antes de comenzar te pesan la mochila sin la comida ni la bebida y durante todas las pruebas te la pueden volver a pesar en cualquier momento y esta debe mantener ese peso.
Una vez confirmado que la mochila tiene el peso correcto, se va saliendo de manera escalonada cada cinco minutos en grupos de seis o siete personas. Como ya he comentado José Miguel y yo íbamos en el mismo grupo. Nos tocó salir los penúltimos y realizamos toda la prueba juntos, lo que para mí hizo que resultará mucho más amena. Tanto Josemi como yo cubrimos el recorrido en 4 h justas. Un tiempo que a mi me parece muy bueno.
La segunda parte está conformada por otras tres pruebas y tiene por objeto valorar las habilidades específicas. Estas pruebas se realizan también con la mochila.
La primera de ellas consiste en superar un resalte rocoso de una longitud mínima de 50 metros en menos de 1 min 40 seg. Esta es la prueba en la que pinché el año pasado y venía muy mentalizado, así que salí a darlo todo, que en realidad es como hay que afrontarla. La realicé en 1 min 17 seg. La segunda prueba es una bajada por pedrera en la cual además de entrar en tiempo (35 seg) no puedes caer o te descalifican. Las dos personas que salieron delante mio cayeron, así que baje muy despacio pensando que lo más difícil ya lo había hecho y no quería fastidiarla al final. Para esta prueba el tiempo máximo era de 35 seg y yo tarde 33. Muy justo, pero como he comentado no quería cagarla en lo más fácil. Cuando entraba en la línea de fin de prueba vi a Juan con cara de descompuesto chillando para que me espabilara.
La última prueba consistía en bajar por un terreno de hierba y luego subir, en realidad más que hierba era pinocha, pero resbalaba igual. Dado lo justo que había ido en la última prueba, en esta apreté algo más. Teníamos 35 seg y lo hice en 26.
Cuando terminamos las pruebas nos bajamos Vicente, Luís, José Miguel, Juan y yo hasta una pista donde nos esperaba Ari, que había subido con la furgoneta, bocadillos y bebida que fueron recibidos como agua de mayo después de una jornada en la que apenas habíamos comido y la bebida había terminado hacía ya algunas horas. Gracias a Ari nos ahorramos hora y media de pesada bajada por pista.
Los cinco hemos superado las pruebas con éxito, una gran noticia para todos ya que haremos equipo para ir a Murcia y nos resultará más entretenido y económico.
Nota sobre los tiempos
Para establecer los tiempos de cada una de las pruebas un guía TD3 las realiza y al tiempo que este hace se le suma un 20%. En cuanto a los tiempos que yo realicé son los que alguno de mis compañeros o yo mismo tomamos ya que desde la organización no te los dan.