La cresta de Bernia me parece una de las actividades para casi todos los públicos más interesantes de la provincia de Alicante. Cumple con todas las características que para mi debe tener una buena jornada de montaña. Es una actividad larga, exigente, entretenida y variada en la que el senderismo, las trepas, los rapeles y un poquito de escalada le van dando color a la jornada. Además las vistas acompañan en todo momento. Procuro hacerla al menos una vez al año, sin embargo la cresta integral solo la he realizado en una ocasión, fue hace un par de años con mi amigo Sento y Fer de Linkalicante.
Unos clientes habituales de mi amigo Juan, de Tronkos y barrancos, que habían hecho con él varios barrancos y alguna vía ferrata, y que buscaban algo diferente le habían contratado la actividad. Él creyó que era mejor ir dos guías y pensó en mí, así que me llamó. Encantado y halagado, no lo dudé.
La idea era comenzar a la altura del Forat y terminar en el collado del Portixol, pasado el alt del Rellotge. En caso de que tuvieran ganas podíamos continuar hasta la cumbre, pero eso dependería de las fuerzas del grupo.
Quedamos en la gasolinera de Altea de Vella y desde allí fuimos hasta las Casas del Runar lugar donde comienza la actividad propiamente dicha. Tras repartir el material tomamos el P.R. CV-7 y en menos de una hora llegamos al Forat donde paramos a hidratarnos y a comer algo. Tras el descanso cruzamos el Forat y comenzamos la ascensión hacia la cresta a través de unas pequeñas trepas que comienzan a mano derecha justo después del túnel, en la vertiente de Jalón. Continuamos por un senderillo muy desdibujado que tras una dura aunque corta subida nos deja en lo alto de la cresta. En este punto nos ponemos los arneses y empezamos la cresta.
Como ya he comentado la actividad consiste en trepas, destrepes, rápeles, más trepas y mucho pateo. A lo largo de toda la cresta encontramos puntos realizados con pintura roja que nos van mostrando la ruta a seguir, por lo que no hay pérdida.
Tuvimos la suerte de que nos salió un día espectacular e incluso pudimos ver Ibiza muy nítidamente.
Finalmente nos bajamos en el collado del Portixol pues, aunque disfrutaron de la actividad, con lo que hicieron ya tenían bastante. Festejamos la intensa jornada con unas buenas cervezas en Altea la Vella. Por cierto, el grupo muy majo y aunque en el algunos momentos sufrieron un poco, apenas se quejaron.
Desde aquí agradecer a Tronkos y barrancos la confianza que depositaron en mi.
Puedes ver una reseña completa de toda la cresta en esta otra entrada.