Paddle surf en la Sierra Helada de Benidorm

El final de 2019 y el inicio del 20 ha venido cargado de actividades en el medio natural. Además del Sendero del litoral por la costa vasco francesa (del que escribí en mi último artículo), he hecho dos salidas en paddle surf, la cresta del Cantal del Pixaor, el Maigmó, el Cabeçó d’Or y la Penya del Migjorn.

El 29 de diciembre cruzo la playa de San Juan y el Cabo de las Huertas en paddle surf para ir a Cala Palmera. El día 30 me voy con Aida y Javi a la cresta del Cantal del Pixaor y a la cumbre del Maigmó. Cierro el año con una bonita y solitaria ruta en paddle surf por la Sierra Helada. 

La primera salida de 2020 es el 4 de enero en el Cabeçó d’Or, al que subo por barranc del Vidrier. La segunda el 5 cuando recorro el PR-CV 212 pasando por la cumbre de la Penya del Migjorn. Está es la última actividad de unas navidades, en las que a pesar de tener pocos días de vacaciones he aprovechado bastante.

Todas estas rutas las he hecho en otras ocasiones y están reseñadas en este blog. Sin embargo el litoral de la Sierra Helada aunque lo recorrí hace años, no lo hice en paddle SUP, sino en kayak. Es precisamente de esta actividad sobre la que voy a escribir.

Paddle surf en la Sierra Helada

La ruta que hago es de ida y vuelta desde la cala del Ti Ximo hasta la isla Mitjana.

Acceso

En Benidorm hay que dirigirse al Rincón de Loix, que está mirando al mar a la izquierda.

Llego al centro de esta turística localidad desde la AP-7 por la entrada principal, la Avda. de Europa. Sigo hasta la rotonda de la Avda. del Mediterráneo (la última antes del mar) y voy a la izquierda. 

Recorro esta amplia avenida en su totalidad y al llegar al final tiro a mano derecha hasta una rotonda junto a la playa de Levante. En este punto hay que circular con precaución porque está lleno de turistas que van y vienen de la playa.

Desde la rotonda tomo los dos siguientes cruces a la izquierda y sigo por la carretera que va bordeando la costa hasta una barrera que impide continuar. 

Aquí dejo el coche (hay sitio para 4 ó 5) aunque es posible coger el desvío que sale a la derecha y aparcar algo más cerca de la cala.

La ruta en paddle surf

Comienzo a remar en la cala del Ti Ximo una pequeña y tranquila playa de Benidorm situada en el extremo norte del municipio apartada del bullicio de los grandes arenales.

Lo hago dirección sureste con la vista puesta en la Punta del Cavall en la que se encuentra la Torre de la Escaleta, una torre de vigilancia mandada construir por Felipe II en el siglo XVI para avisar de las incursiones de los piratas berberiscos.

Este tipo de torres, de las que hay muchas a lo largo de la Costa Blanca, servían de vigía, defensa y refugio, y dificultaban los ataques de los piratas, muchos de los cuales eran musulmanes que habían sido expulsados y que conocían bien el territorio.

Sobrepasó la punta dejando atrás la torre, y la Sierra Helada se muestra en toda su dimensión. Se trata de una sierra litoral de gran importancia geológica, ecológica y paisajista. Por este motivo tanto la sierra como los fondos marinos que la rodean fueron declarados Parque Natural marítimo terrestre en 2005, un Espacio Natural Protegido sometido a una enorme presión humana.

Mientras navego me fijo en la pared por la que discurre el Diedro Edwards/Martínez, una preciosa vía de escalada de autoprotección fácil pero muy interesante, que escalé hace algunos años.

El día está nublado, la mar en calma y una extraña paz lo envuelve todo. Remo a los pies de las Peñas del Arabí (como también se conoce está sierra), y entre el ambiente y los enormes acantilados de más de trescientos metros, me siento muy muy pequeño.

Al fondo en un segundo plano veo la silueta del Peñón de Ifach, cuya travesía en paddle hice el verano pasado.

Paso junto a uno de los lugares más emblemáticos de la Sierra Helada. Se trata de la duna fósil, un hito geológico y botánico, en cuyo suelo crecen especies vegetales endémicas de gran importancia medioambiental. 

Remo tranquilo pero sin pausa mientras gaviotas, cormoranes y garzas reales se cruzan en mi camino. 

Voy paralelo a la costa hasta llegar a la altura de la isla Mitjana a la que me acerco. Conforme lo hago comienzan a revolotear gaviotas sobre mi cabeza. Aunque se nota que mi presencia las inquieta, no son tan agresivas como las del Peñón de Ifach, a las que recuerdo atacando a mi amigo Lidón a picotazo limpio en el segundo largo de la vía Valencianos. Por suerte el casco de escalada le sirvió de protección.

Rodeo la isla observando el entorno. Aquí anida el paíño europeo (hydrobates pelagicus melitensis) o escateret que con un tamaño ligeramente mayor a un gorrión es el ave marina más pequeña de Europa. Se trata de un ave pelágica, es decir se pasa la vida en el mar y solo vuelve a tierra para reproducirse y criar. Su presencia es uno de los motivos por los que está prohibido desembarcar en este islote. 

Tras recorrer su perímetro completo fondeo en la boya que hay para este fin en el extremo suroeste. Aquí almuerzo y bebo algo antes de proseguir la ruta ahora de vuelta.

Regreso a la cala del Ti Ximo sin prisa, acercándome un par de veces a la costa. Cuando llego veo un grupo de buceadores preparándose para hacer una inmersión. Otro buen modo de acabar el año.

Ha sido una bonita ruta con la que cerrar el año, que tengo costumbre de terminar con un actividad montañera (aunque los últimos los he pasado esquiando). Este he cambiado montaña por mar, una actividad muy afín, de hecho creo que es lo más parecido a hacer senderismo por el mar, por eso a veces lo llamo senderismo acuático.

Mapa de la ruta