Picos Anie o Auñamendi, Añelarra, y Arlas

El Pico Anie (2.504 m), cuya cima se halla en territorio francés, está enclavado en una de las zonas karsticas más impresionantes de todo el Pirineo con varios kilometros cuadrados a su alrededor en los que el paisaje se compone únicamente de afiladas rocas calizas y donde la piedra desnuda y fracturada, está socavada por grietas y simas, o recortada a modo de hojas de sierra.

Esta montaña también conocida como Auñamendi es una cumbre importante y marca el comienzo de la alta montaña en el Pirineo, por este motivo y por su silueta inconfundible es una montaña muy frecuentada. Además, se cree que era un lugar de culto para los antiguos moradores de estas tierras.

He querido aprovechar un día de mis vacaciones familiares en el valle del Rocal (Navarra) para subirla.

Si salimos desde el pueblo de Isaba por la carretera que conduce a Francia llegamos tras 27 kilometros al punto más alto del valle de Belagua conocido como Collado de la Piedra de San Martín o Collado de Ernaz. Hay un lugar para aparcar donde dejamos el coche.

Se comienza en dirección este y tras superar una pequeña cuesta vemos enfrente nuestro el Pico Arlas (2.044 m). Hay que dirigirse hacia su base a lo largo de varias subidas y bajadas por lomas cubiertas de algún pino negro (pinus uncinata). Tras media hora se llega a la base del Arlas. Yo me dejo este pico para el final de la ruta, pero un donostierra con el que me cruzo y con el que me volveré a ver varias veces a lo largo de la ruta (pues vamos a hacer una excursión muy similar) lo hace el primero. Esto es cuestión de gustos porque no cambia ni la dificultad técnica ni la dureza de la ruta.

Así pues recorro la base del Arlas hasta alcanzar el collado de Pescamú (1.918 m) que supero para continuar andando hasta llegar a un altozano donde la panorámica es excelente. Continuo por un sendero en diagonal, supero la cabaña de los espeleólogos y al rato me veo obligado a atravesar tres neveros. El sendero se dirige por la derecha desde el pie de la cara norte, flanquea una pequeña barrera rocosa (II inferior) y alcanza la arista sureste por un sendero empinado a través de unas pedrizas. Me voy un poco de más hacia el este y vuelvo a necesitar las manos para llegar a la cumbre (II) desde donde descubro que el sendero iba más al sur.

Tras un rato en la cumbre disfrutando del panorama que abarca desde Larrun hasta los Pirineos Centrales y tras comentar con el chico de Donosti (con el que me he vuelto a encontrar en la cumbre) la ruta más acertada para ir a los Picos de Añelarra (que trazamos mentalmente) comienzo la bajada. Él además ha visto durante su subida una buena alternativa para el descenso que trás la cumbre de Añelarra seguiré.

Tras subir al primer pico de la sierra de Añelarra sigo toda la cresta hasta su cumbre principal (2.357 m). Una vez aquí el donostierra y yo nos volvemos a encontrar y a separar pues él se va a subir el Torreón (una pequeña mole caliza que hay por el macizo de Larra, muy cerca de donde nos encontramos). Yo emprendo la bajada un poco siguiendo sus consejos y otro poco dejandome llevar por mi intuición. Debo hacer algún destrepe y alguna trepada, pues es un continuo sube y baja, hasta que llego al Murlong (2.045 m).

Desde aquí el Pico Arlas (2.044 m) no tiene perdida, está justo enfrente. Suele estar bastante frecuentado por lo corta que es su ascensión y por la vistas tan buenas que tiene, no obstante la subida por cualquiera de sus pendientes es fuerte. Lo subo por el sureste y lo bajo por el noroeste para volver al collado de Ernaz donde he dejado el coche hace unas horas y donde me encuentro por última vez con el chico de donosti de quien me despido.

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Mapa de la ruta