Rincón de Belagua con niños

La segunda excursión con niños que hicimos durante las pasadas vacaciones en el Valle del Roncal (Pirineo navarro) fue la que a continuación os relato.

Para esta ruta y la siguientes que os iré contando en sucesivas entradas disfrutamos de la compañia de nuestros amigos de Alicante Vicent, Pilar y de su hija Sara.

Mi experiencia me dice que cuando vas con niños a la montaña cuantos más mejor. Los niños cuando están de excursión no es que se cansen, se aburren. También se contagian y si uno está entusiasmado lo transmite a los demás. A la inversa ocurre lo mismo y si uno se queja sin cesar al resto puede ocurrirle lo mismo. En este viaje al Pirineo aunque eramos pocos la cosa salió muy bien.

Mata de Haya – Dolmen de Arrako

Mata de Haya, también conocido como Rincón de Belagua, es una de las zonas de bosque caducifolio mejor conservadas del Pirineo Occidental. Esta ruta circular parte de este espectacular bosque y llega hasta el dólmen de Arrako siguiendo el sendero (perfectamente señalizado) SL IS-3. El monumento funerario megalítico, situado en un enclave privilegiado del valle, es un buen aliciente para los pequeños. Junto al dólmen conviven una ermita y una venta. Por lo visto, este a sido un lugar importante durante milenios.

En Isaba cogemos la carretera en dirección a Belagua y Francia. En la cabecera del valle y antes de comenzar a subir el puerto encontramos un aparcamiento en una curva a nuestra derecha, aparcamos pues aquí comienza la ruta.

En este punto existen varios carteles con distintas excursiones que parten desde aquí. La nuestra tiene el nombre de Mata de Haya – Dronda y está señalizada con unas marcas similares a las de un GR o un PR pero con los colores rojo y azul.

Comenzamos por una cómoda pista en un frondoso bosque de hayas. A unos 10 ó 15 minutos dejamos el hayedo y entramos en un bosque mixto. Seguimos el sendero hasta llegar a un cruce de caminos señalizado. De frente, el sendero sigue hacia el dolmen de Arrako. Hacia arriba y a la izquierda, el camino de vuelta.

Nosotros continuamos hacía el dólmen. Hay que ir atento a las marcas porque por momentos el sendero se desdibuja. De hecho nosotros lo perdimos y tuvimos que retomarlo por otro sitio caminando un rato junto a la carretera.

Llegamos a un puente y nada más cruzarlo cogemos un camino que sale a nuestra derecha. El dólmen está dentro de un cercado, cerca de la venta y la ermita. Para llegar hasta él hemos de atravesar el cercado por una portilla.

En el dólmen comemos, nos hacemos unas fotos de rigor y regresamos rapidamente, pues unas gotas de lluvia amenazantes han comenzado a caer (al final se quedarán en nada). Volvemos al cruce donde tomamos la senda a nuestra derecha para completar el recorrido circular.

Es recomendable tomarse una (o varias) botella(s) de sidra en el bar que hay al final de la ruta. Nosotros así lo hicimos.

No se muy bien por qué el GPS no cogió bien las coordenadas del inicio, pero como la ruta es muy sencilla no me he molestado en arreglarla. Comienza en el mismo punto donde termina.

Galería de fotos

Mapa de la ruta