Pequeña ruta en kayak en el rio Duero

Ruta en kayak por el río Duero a la altura del Castillo de Gormaz en la provincia de Soria.

Tal y como contaba en mi último artículo -en el que describía una sencilla pero interesante ruta por la Laguna Negra– estoy pasando unos días en Soria con Cris.

Para el día de hoy hemos pensado hacer una pequeña ruta en kayak por el río Duero. Nos acercamos a Duero Natura, una empresa de turismo activo, que al contrario que otras de la zona no ofrece rutas guiadas, sino que alquilan la piragua y permiten recorrer de forma libre un tramo de río. Está situada en Vildé, muy cerca de la Fortaleza Califal de Gormaz.

Es curioso, hace 25 años estuve también con Cris en este mismo castillo. Viajábamos de un modo bastante anárquico con otros dos amigos, Javi y Pedro, y una noche nos cogió por la zona. Montamos la tienda de campaña en el interior del recinto amurallado y allí pasamos la noche. Cuando a la mañana siguiente despertamos había una excursión escolar y escuchamos como los profesores les decían a sus alumnos -no sé si ante la pregunta de alguno de ellos o a modo preventivo para evitar que se acercarán a nosotros-: «esos son nómadas, no los molestéis». Desde entonces no habíamos vuelto.

El caso es que hoy nos encontramos en la falda del mismo castillo y su silueta nos va a acompañar durante gran parte del recorrido.

Llegamos a Duero Natura a las 11h. Se encuentra en un lugar apartado y tranquilo. Tras una breve explicación sobre la actividad por parte del personal de la empresa, cogemos el chaleco y la pala, y nos dirigimos al embarcadero.

Recorremos el río aguas arriba remando con calma pero sin pausa disfrutando de las tierras de campos de cultivo y de la frondosa vegetación de ribera del río. 

Un par de flechas de intenso azul eléctrico salen volando a nuestro paso y llaman nuestra atención. Se trata de una de las aves más vistosas de la fauna ibérica, el martín pescador. Su plumaje es inconfundible. 

También nos cruzamos con varias garzas que alzan pesadamente el vuelo cuando nos aproximamos al área donde se encuentran. La escena la preside la mayor Fortaleza Califal de Europa, el Castillo de Gormaz.

Llega un momento que la vegetación se cierra hasta tal punto que resulta imposible continuar, así que volvemos por donde hemos venido. 

Sobrepasamos el embarcadero y seguimos aguas abajo adentrándonos en un pequeño cañón donde anidan gran cantidad de buitres. Localizamos fácilmente las buitreras fijándonos en los restos de sus excrementos en las paredes del cañón.

No solo buitres, a pesar de no ser la mejor hora del día para ver fauna, otras dos rapaces que no soy capaz de identificar sobrevuelan el cielo. Además, en la orilla algún cormorán aislado también nos acompaña. 

Un par de cables de acero cruzan el río de una orilla a otra a metro y medio del agua. De ellos cuelga un carro que antiguamente se usaba para pasar material de un lado al otro. Lo cruzamos por debajo. 

Poco después salimos del cañón, el paisaje se abre y los campos de cultivo vuelven a dominar el entorno. A mano derecha volvemos a ver el castillo de Gormaz, y es que hemos recorrido un meandro del río en medio del cual se encuentra la llamativa fortaleza.

Tras un agradable descenso, cuando estamos cerca la presa, damos la vuelta para volver al embarcadero, donde ahora sí, damos por finalizada la ruta.

Un rápido y refrescante chapuzón en el embarcadero pone fin a la actividad.

Siguiendo el consejo de uno de los monitores, nos compramos un par de bocatas en Quintanas de Gormaz y vamos al área recreativa Gormaz, un paraje natural a la orilla del Duero donde hay varios nacimientos de agua.

Echamos la toalla en el césped bajo la sombra de unos chopos, y disfrutamos de una agradable tarde holgazaneando y bañándonos en las frías y cristalinas aguas de estas pozas. Sin duda un final perfecto para una magnífica actividad.

Galería de fotos

Mapa de la ruta