Una ruta de senderismo diferente para subir al Cabeçó d´Or

El Cabeçó d´Or es la montaña que más cerca tengo de casa y en consecuencia la que más a menudo visito. En 2017 subí a su cumbre entre 20 y 30 veces. La mayoría por el barranc del Vidrier (también conocido como barranc del Calderó), aunque también he subido por la Penya del Home, el racó de Seva, desde el Plá del Cabeçó, desde Aigües y mi favorita, por la cresta de les Coves.

En mi afán por descubrir nuevos rincones de esta magnífica sierra hice la subida que a continuación reseño y que no recomiendo a personas que visiten la montaña por primera vez, pero si a aquellos que vienen con cierta regularidad y además de tener ganas de descubrir otras perspectivas del Cabeçó, se mueven con cierta soltura por montaña. La ruta tiene una corta trepa de III que exige experiencia en este tipo de terrenos o asegurar el paso. Además, un par de tramos discurren monte a través sin senda alguna.

Senderismo en el Cabeçó d’Or. Una ruta diferente para subir a la cumbre

Comienzo la actividad en el aparcamiento del Pla de la Gralla (el que hay algo más abajo de las cuevas de Canelobre). Desde aquí tomo el PR-CV 2 dirección al Racó de Seva y tras superar la pequeña rampa asfaltada (a la altura del Racó del Calderó) abandono la senda balizada para tomar la que se dirige al barranc del Vidrier.

Me interno en el barranco buscando las características paredes desplomadas de color naranja del sector Sherpa, que bordeo buscando un barranquillo con mucha vegetación. Cuando terminan las paredes el barranco se hace más evidente, aunque parece impracticable. Se trata de buscar el camino más fácil que sube por una torrentera muy encajonada. A mi me toco subir y volver a bajar hasta dar con la ruta correcta. En realidad solo hay un posible paso, el problema es dar con él.

La torrentera termina en una pequeña pared vertical de unos 4 metros algo pulida ya que es el camino natural del agua cuando llueve. Esta es la trepada de la que he escrito al principio del artículo, sencilla pero en la que hay que prestar atención y si fuera necesario asegurar el paso. Hay un seguro fijo (no recuerdo si parabolt o spit) justo en la zona más delicada aunque su aspecto no es muy atractivo. En todo caso quien vaya justo puede hacer uso del mismo. Una vez superado el paso se puede montar una reunión en alguno de los árboles de la zona.

Continúo mi camino dirección a las paredes que tengo justo enfrente. Paso junto al pie de las vías de escalada “El reino de los cielos” y “Lucrecia” cuya ruta de acceso es precisamente esta. Bordeo las paredes en dirección ascendente y poco después salgo al PR-CV 2 que viene del Pla del Cabeçó. Lo sigo en dirección ascendente hacia el coll de Polset.

Esta primera parte de la ruta, que une el barranc del Vidrier con la subida por el PR-CV 2 desde el Plá del Cabeçó, me la recomendó Peti (también me habló de ella Manu), y aunque puede resultar incómoda en algún tramo, discurre por una zona muy frondosa y agreste que a mi me gustó mucho.

Desde el Coll de Polset podría subir a la cumbre por la ruta normal siguiendo el PR-CV 2, pero mi intención es buscar un camino alternativo por la cara este, la que mira al mar.

Situado en el poste vertical del PR me dirijo hacia el este. De momento no hay una senda precisa, así que sigo la línea de corte de los árboles hasta una pedrera donde se intuye el camino a seguir. La senda, que es cada vez más clara, sube directa hasta el cordal de la montaña.

Una vez llego lo sigo en dirección ascendente, pero prestando atención pues se que debo desviarme a la derecha en un punto algo impreciso. Y lo se porque hace unas semanas estuve intentando esta misma ruta con mi amigo Sento. Subimos todo el cordal hasta que nos topamos con una cresta expuesta y vertical, allí nos dimos cuenta de la imposibilidad de continuar.

Algo desalentados decidimos volver sobre nuestros pasos al collado del Polset y desde allí subimos por la normal a la cumbre. Pero en aquella ocasión me fije que al este de donde nos encontrábamos, justo bajo nuestros pies, hay una enorme terraza y que si pudiéramos llegar hasta allí y cruzarla estaríamos muy cerca del último collado que hay antes de la cumbre del Cabeçó. Mi objetivo en esta ocasión es dar con el paso a esa terraza.

En este segundo intento también me ha costado encontrarlo y de hecho a punto estoy de desistir. Pero tras un par de subidas y bajadas por el filo de una cresta doy con el paso y lo tomo.

El sol está empezando a ponerse y el lugar donde me encuentro está completamente en sombra, debo darme prisa si no quiero estar aquí cuando llegue la noche.

Me interno en la terraza, que es tan grande que mas bien parece un pequeño circo, buscando una senda que parece intuirse, pero inevitablemente me enjabalino y me veo obligado a cruzar a través de unas espesas coscojas. Una vez pasadas el terreno se despeja y puedo continuar con más comodidad. Hago una media ladera ascendente con el Mediterráneo a mi derecha.

Tras cruzar toda la terraza se me presenta la duda de seguir hacia arriba o de continuar rodeando la montaña que es lo que finalmente hago.

Bordeo una pequeña crestecilla y veo que se abre ante mi la última subida del Cabeçó. Lo he conseguido, he encontrado una subida alternativa por el este.

Aunque tengo la cumbre frente a mi, aún debo atravesar una zona de coscojas muy densa y lo hago por el peor lugar posible, por todo el medio. Cuando me doy cuenta de mi error ya estoy en mitad de los arbustos y no tengo más remedio que seguir.

Poco antes del collado previo a la cumbre me asomo al oeste para ver ponerse el sol. Disfruto del espectáculo con la tranquilidad de conocer la ruta que tengo por delante y realizo los últimos metros hasta la cima del Cabeçó por la ruta normal. Cuando llego arriba apenas hay luz.

Bebo agua, me tomo un plátano y bajo por la ruta normal del PR-CV 2 pasando por el Coll de Polset y el Racó de Seva, es una ruta que conozco perfectamente y que disfruto en la soledad de la noche.

Llego al coche satisfecho con la actividad que he hecho. No quiero ser pretencioso, tengo claro que no soy el primero que sube por aquí, pero no tenía ninguna información y he disfrutado un montón descubriendo nuevos lugares en una montaña, que a pesar de visitar tan a menudo, aún guarda secretos para mi.

Galería de fotos

Mapa de la ruta