Senderismo en el Cantal de la Mola

La ruta que a continuación reseño permite conocer la verde y húmeda umbría de la Sierra del Cantal, modesta elevación montañosa que se encuentra entre los municipios de Villajoyosa y Orxeta, muy cerca de Aigües de Busot y Relleu. Comienza en el Barranco de la Mola, pasa por el Cantal de La Mola (el punto más interesante de la ruta) y sube al pico Lázaro. Es una variante de esta otra que descubrí en el blog Más allá de la ciudad.

Hace unos años se balizó un sendero para dar a conocer y poner en valor esta sierra. Es el PR-CV 437, una circular que empieza en Villajoyosa y pasa entre otros lugares por el Cantal de la Mola. La ruta que propongo lo hace desde la vertiente opuesta y apenas lo transita 500 metros.

Cantal de la Mola

Más que una ruta senderista está actividad es un agradable y relajado paseo en el que con calma no invertiremos más de 2 horas. El lugar bien las merece.

La hago en solitario en una corta tarde de domingo invernal y disfruto de mucha tranquilidad y de una luz sensacional.

Por el tiempo invertido, la época del año y la hora en la que la realizo me recuerda a la del Castellet de la Murta, aunque en realidad son entornos naturales radicalmente distintos.

Acceso

Desde El Campello tomo la carretera CV-775 dirección Aigües de Busot. Cruzo el pueblo y continúo hacia Relleu. 

Abandono la carretera entre los kilómetros 10 y 11 para tomar una pista asfaltada que sale a mano derecha y se dirige al pantano de Amadorio.

Tras circular por esta pista durante tres kilómetros veo el Cantal de la Mola, una muela de roca que destaca en el paisaje y que es fácil de identificar. 

Es un punto tan característico que fue utilizado en el Tratado de Almizra como linde entre las comarcas de Orxeta y Aigües. Este hito marcaba los límites del Reino de Valencia con Castilla y lo fijaron Jaime I y quien más tarde sería su yerno, Alfonso X el Sabio. En el tratado se estipuló que las tierras al sur de la línea Biar Busot Villajoyosa quedaban reservadas a Castilla, al norte estaba el Reino de Valencia.

Un poco después de ver el Cantal aparco en la entrada de un camino junto a una masía restaurada pintada de amarillo.

La excursión

Desde la masía sale una senda que se dirige a la sierra dirección sur sureste. La tomo.

Es un agradable camino que discurre bajo un tupido bosque de pino carrasco y que a esta hora se encuentra completamente en sombra. Me sorprende lo húmeda y la cantidad de vegetación de la zona. 

La senda cambia a dirección este poco antes de salir a una pista que tomo a mano derecha.

Apenas camino 300 metros por esta pista. La abandono en un collado desde donde sale otra senda a la derecha señalizada con hitos que discurre por el cordal y llega al Cantal de la Mola. 

Rodeo este importante hito geográfico por la izquierda disfrutando de las vistas que ofrece. Se ven muchas posibilidades para la escalada y alguna línea de parabolts. Por lo que leo en un cartel algo más adelante esta actividad se encuentra regulada y es posible practicarla entre julio y noviembre.

En la cara oeste del Cantal hay una enorme brecha que divide la Peña en dos partes. Entre las paredes no hay más de un metro pero tiene unos veinte o veinticinco de alto. Me introduzco en este estrecho pasillo realizando algunas trepas hasta encontrarme rodeado de rocas verticales que parecen cortadas a cuchillo. El lugar es soberbio, además el sol se cuela provocando un hermoso juego de luces y sombras.

Me entretengo un rato en las tripas del Cantal y después bajo, realizando algún destrepe por otra brecha que sale al norte. Ya fuera de esta mole rocosa veo un camino, probablemente de cazadores, que sigo dirección suroeste. 

Desciendo hasta un collado y vuelvo a subir siguiendo el cordal de la montaña. Paso por un puesto de caza muy elaborado que confirma que efectivamente estas sendas poco transitadas son de cazadores. Continuo hasta una alomada cota de 498 metros, que aunque no tiene nombre (al menos en el mapa no aparece ninguno), es el punto más alto de la sierra.

Al oeste veo el vértice geodésico del pico Lázaro (488 m) a donde dirijo mis pasos. Lo hago monte a través hasta dar con un senderillo desdibujado que conduce a la cumbre.

Vuelvo sobre mis pasos aunque ahora rodeo la cota 498 y cuando llego al collado previo al Cantal de la Mola me dejo caer por la vertiente oeste siguiendo un senderillo.

El sendero atraviesa un bosque de pino carrasco que, al igual que el que transité al principio de la ruta, es denso, verde y húmedo. 

El camino continúa hacia el oeste pero debo dirigirme al este donde tengo el coche, así que en un momento dado, cuando veo que la vegetación disminuye y permite caminar monte a través, lo abandono y continúo hasta unos campos de cultivo. Desde aquí al coche hay un cómodo paseo.

De vuelta a casa, ya en el coche, pienso en la ruta que acabo de hacer, una breve pero interesante excursión en un entorno natural sorprendente y privilegiado. Perfecta para una corta tarde de domingo invernal.

Mapa de la ruta