Senderismo en Cazorla. Embalse de la Bolera – Refugio Fuente de Acero

La actividad que os voy a contar en las próximas tres entradas la viví como una de las mejores que he relatado en este blog. Y eso a pesar de que no hay vertiginosas escaladas (aunque trepas hubo unas cuantas), ni grandes picos, ni nieve. Se trata de una actividad de senderismo en media montaña en la que combinamos recorridos típicos por sendas balizadas con otros salvajes y apartados en los que tuvimos que emplearnos a fondo, tanto física como mentalmente. Para mi estas actividades senderistas tienen tanto valor como otras que visten mucho más a la hora de contarlas, y además el Parque Natural de Cazorla Segura y las Villas está tan solo a tres horas de casa. Pero vamos al grano.

Después de varios años y con muchas ganas por fin me preparaba para volver a Cazorla, uno de los espacios naturales que más me gustan de España. Estuve bastante tiempo pensando posibilidades sobre el mapa y le dí muchas vueltas a la ruta pues quería recorrer la mayor cantidad de sitios posibles en el tiempo que da de sí un fin de semana. Además la ruta debía ser circular y comenzar en el embalse de La Bolera, el punto del parque más cercano a Alicante. Cuando la tenía decidida contacte con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para saber qué debía hacer para vivaquear en el parque. El vivac está permitido pero hay que cumplir una serie de requisitos.

Requisitos de acampada o vivac en el Parque Natural de Cazorla

• Notificarlo a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en tiempo y plazo (mínimo 15 días antes de la actividad).
• El vivac tiene que estar vinculado a actividades de travesía de montaña.
• Sólo se permite pasar una noche en el mismo sitio.
• El grupo no podrá estar constituido por más de 15 personas, ni utilizar más de 3 tiendas de campaña.
• Debe realizarse a más de 2 km de un núcleo urbano o alojamiento.
• No se puede instalar el vivac hasta una hora antes del ocaso y hay que tener todo desmontado una hora después del alba.

A pesar de cumplir los requisitos antes de enviar la solicitud llamé al técnico que las aprueba y me dijo que la zona que había elegido para pernoctar es de reserva integral y está completamente prohibido pasar allí la noche. Me dijo los posibles lugares, que son muy pocos, y tuve que volver a planificar la actividad. Resultó un auténtico rompecabezas conseguir unir unos puntos de vivac con otros y además pasar por la mayoría de los sitios que tenía en mente. Por fin envíe mi solicitud pero antes aprobarla me pidieron los detalles de la actividad.

El Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas

El Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas con casi 210.000 hectáreas es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa. Está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983, Parque Natural desde 1986 y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) desde 1987. Es un lugar que impresiona por su relieve escarpado de media montaña, por el laberinto orográfico de valles, altiplanos, tajos calizos y por sus paredes rocosas de gran altura que se entremezclan con profundos valles y frondosos bosques, un ambiente que recuerdo me resultó exótico la primera vez que lo vi. Es además un gran oasis que impide que el desierto que comienza en la vertiente sur y que sube desde la depresión del Guadiana Menor siga su avance hacia en norte.

Si a la superficie protegida le sumamos la de otros dos pequeños Parques Naturales contiguos en las provincias de Albacete y Granada: el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, situado al norte, y el Parque Natural de la Sierra de Castril, al sureste, son otras 31.000 hectáreas o lo que es lo mismo 240.000 hectáreas de territorio protegido continuo. Para que os hagáis una idea de la enorme extensión de este espacio protegido, Guipúzcoa (donde yo nací) tiene 198.000.

Pero volvamos a la ruta. Inicialmente la diseñé para hacerla solo pero al final se lo fui comentando a varios amigos y al final me acompañaron Lidón, Gérard y Natalia con quienes fui desde Alicante y Poli que venía de Granada y con quien nos encontramos en el embalse de la Bolera el viernes a las 18:30 h. Poli hizo de botánico de la expedición y nos fue instruyendo sobre los árboles y plantas que vimos a lo largo de la ruta.

Embalse de la Bolera – Refugio Fuente de Acero por el GR 247

A las 19:00 h nos pusimos en marcha desde la Casa del Molinillo donde aparcamos el coche. Tomamos el GR 247 que recorre todo el espacio protegido y del que nos dispusimos a realizar la etapa que va desde el embalse de la Bolera hasta el Refugio Fuente de Acero (donde teníamos planeado dormir esa primera noche) y que tiene como eje el río Guadalentín.

Al poco de comenzar a caminar pasamos por la Cerrada de la Herradura donde el río se encaja profundamente entre altos paredones rocosos. Le sigue una hermosa zona adehesada y después los prados, encinares, cornicabras, quejigos, bojes y pinos laricios van alternándose y la masa forestal se hace cada vez más compacta. Pasamos junto a varios cortijos, algunos abandonados y otros en muy buen estado de conservación. Echando la vista atrás pudimos disfrutar de las cumbres de Sierra Nevada a las que aún les quedaba algo de nieve, aunque poca. Las laderas del otro lado del valle están cubiertas por cerrados encinares.

Al llegar al Vado de las Carretas, un relajante paraje con pequeñas praderas verdes rodeadas de nogales, chopos, boj y algunos quejigos, hicimos una parada para descansar y disfrutar de este mágico lugar. Vimos una enorme piedra en el prado y hicimos algo de boulder.

Nuestra ruta, que gira en dirección este, sigue el curso del río Guadalentín, que hemos de cruzar. El río queda ahora a nuestra derecha en un tramo de ruta seductor que recuerda a parajes de latitudes más septentrionales. La noche se nos estaba echando encima y el hambre empezaba a apretar así que hicimos una parada y comimos. El resto de la ruta hasta el refugio de la Casa Forestal Fuente Acero lo hicimos ya completamente de noche. Llegamos primero a la pista forestal de Las Navas y poco después, en torno a las 23:00 h, al refugio.

En la zona donde está el refugio hay varias casas abandonadas y de hecho el refugio se encuentra en una de ellas que está parcialmente restaurada. Nos instalamos y después de una copiosa cena nos fuimos al saco. En realidad solo cenamos Poli y yo, el resto del equipo se fue a dormir nada más llegar. Por cierto, a 100 metros del refugio hay una fuente aunque no fuimos allí hasta el día siguiente.

Durante el recorrido vimos una cierva, dos jabalíes hembra con sus rayones y un zorro muy descarado que nos siguió durante un buen rato. Lo cierto es que buitres, rapaces y grandes ungulados del parque (ciervos, gamos, cabras monteses, muflones y jabalíes) son frecuentes de avistar a lo largo de este recorrido y en general en todo el parque natural.

Esta primera etapa que transcurre principalmente por pista forestal me pareció perfecta ya que sin ser muy dura te adentra de lleno en lo más profundo del parque por parajes de enorme belleza. La siguiente era la etapa reina y os la cuento en el próximo artículo.

Galería de fotos

Mapa de la ruta