Senderismo Dénia – Cova Tallada – Montgó

La ruta de senderismo que a continuación reseño transcurre por el Parque Natural del Montgó y pasa por dos de sus puntos más emblemáticos, la Cova Tallada y la cumbre del Montgó (754 m).

Este espacio protegido ubicado en la Marina Alta de Alicante, entre los términos municipales de Jávea y Dénia, tiene algo más de veinte kilómetros cuadrados y es el último vestigio de las Cordilleras Béticas en la península ibérica (el archipiélago balear es una prolongación en el Mediterráneo de dicha cordillera).

Sus particulares condiciones (sobretodo altura y proximidad al mar) le hacen poseedor de una inusual riqueza natural en una reducida extensión.

También sus aguas se encuentran bajo una figura de protección. Se trata de la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni.

Senderismo Dénia – Cova Tallada – Montgó

Al igual que el Sendero del litoral que hice hace apenas un mes, esta es una ruta en la que el mar es protagonista, aunque en este caso es el Mediterráneo y no el Cantábrico como en la ruta por la costa vasco francesa.

También lo son la roca desnuda y el monte bajo. Y es que la ruta, sobretodo durante la dura subida al Montgó es áspera e incómoda, aunque no carente de interés.

Acceso

Desde Dénia hay que dirigirse a la playa de les Rotes en el extremo sureste del municipio.

Para hacerlo voy hasta el puerto y doblo a la derecha por la CV-736 dirección Xàbia. Esta carretera, al menos durante sus dos primeros kilómetros, va a paralela a la línea de costa. 

Pasados esos dos kilómetros, al llegar a una rotonda, la abandono y me desvío a la izquierda. Continuo por este vial ignorando todos los desvíos hasta encontrarme de frente el restaurante Mena.

Aún sigo cien metros más y junto a la entrada de la primera calle aparco. Hay sitio para varios coches y aunque imagino que en verano estará imposible, hoy es viernes de enero y no hay ni un solo vehículo.

Ruta senderista

Comienzo a caminar perpendicular a la línea de costa por la calle Vía Láctea. Tras una fuerte subida llego a una curva de 180° donde hay varios carteles. Uno de ellos, de reciente instalación, informa de las condiciones para visitar la Cova Tallada cuyo acceso está restringido en época estival. 

Abandono la calle y cruzó una cadena para incorporarme al PR CV-355, una senda balizada que discurre en su totalidad por el Parque Natural del Montgó al que accedo en este punto.

Camino paralelo a la costa por uno de los tramos más interesantes de la ruta. Aunque la senda es cómoda, agradable y sin dificultad reseñable, no deja de ser un camino de montaña que se debe recorrer correctamente preparado y equipado. 

Lo digo porque en este camino y en la Cova Tallada, los esguinces, golpes de calor, torceduras de tobillo y caídas están (sobretodo en época estival que es cuando más visitas registran) a la orden del día, y la mayor parte de las veces se deben a la mala preparación y/o equipación de muchas de las personas que se acercan a conocer el lugar.

Antes de que amanezca llego a un poste que indica el punto por el que, bajando a la izquierda, se accede a la Cova Tallada, situada a nivel del mar

La Cova Tallada

La entrada a la Cova Tallada es delicada e imagino que en condiciones de mala mar peligrosa, pero hoy, a parte de un ligero viento de poniente, hace un día estupendo y el mar está como un plato, así que me interno en la gruta.

Gracias a que he traído una linterna frontal puedo acceder hasta el interior de la cueva que es bastante profunda.

Esta espectacular gruta, que hace de linde entre Dénia y Jávea, es en parte natural y en parte excavada por el hombre o tallada, de ahí precisamente su nombre. En el pasado se usó como cantera de piedra tosca y en su interior hay cuatro pilas que almacenan agua dulce procedente de filtraciones de los estratos superiores.

He leído distintas opiniones sobre este lugar y todas las reseñas negativas hacen referencia a la cantidad de gente que suele haber aquí. Como he madrugado la disfruto en completa soledad y desde luego a mí me encanta.

Tras casi una hora dando vueltas por el interior y alrededores, vuelvo a la ruta senderista con la mente puesta en la cumbre del Montgó.

Continúo la excursión subiendo por el margen derecho orográfico del barranc de la Cova Tallada. Es una dura ascensión en cuyo último tramo hay unas cadenas que facilitan la progresión.

Salgo a la Plana y el ambiente cambia radicalmente. Una amplia meseta cubierta de monte bajo y muy alterada por la influencia humana se extiende hasta el Montgó que se alza imponente en el horizonte.

La Plana está surcada por gran cantidad de caminos y abandono temporalmente el PR CV-355 para tomar otro que parece dar menos vueltas. 

Un poco antes de llegar a una zona con varias casas de campo diseminadas, cuyo aspecto alternativo llama mi atención, me reincorporo a la senda balizada. Esta discurre primero por una pista (de tierra al principio y asfaltada después) y luego por la carretera del Cabo de San Antonio, que tomo a la derecha en dirección a la CV-736.

Cruzó esta carretera que une Dénia y Xàbia y tiene bastante tráfico, y me adentro en una zona de pino carrasco de repoblación por un estrecho senderillo. Nuevamente abandono el PR buscando la línea más recta hasta la base de la montaña.

Cuando termina el llano, justo antes de la subida al Montgó, me reincorporo a la senda balizada que ya no abandono hasta finalizar la actividad.

Subida al Montgó

Tengo por delante algo más de 500 metros de desnivel hasta la cima del Montgó. Es una fuerte pendiente que hago sin prisa pero sin pausa, disfrutando de los lugares por donde paso y del entorno que me rodea.  

Camino tranquilo superando una serie de zetas sobre terreno fácil. Gracias al cambio de dirección producto de estas curvas constantes, la vista varía de norte a sur y viceversa, y puedo disfrutar de las vistas sobre Dénia y Jávea de manera alternativa siempre con el Mediterráneo de fondo.

500 metros antes de llegar a la cumbre hay un poste de madera que informa que el tramo que viene a continuación es una Senda Perillosa (senda peligrosa) y efectivamente a partir de este punto la dificultad de la ruta aumenta, no siendo apta para todos los públicos.

La progresión se hace algo más expuesta y exige, en algún punto aislado, el uso de las manos. Este tipo de terreno, aunque más delicado, es también más entretenido.

Camino por el cordal de la montaña dirección noreste hasta llegar a la privilegiada atalaya que es la cumbre del Montgó. Sopla un fuerte poniente del que estaba protegido durante la subida por la montaña, y antes de sentarme a tomar algo me pongo a resguardo tras un montículo.

Las vistas son extraordinarias y en días muy claros es posible ver Ibiza, aunque la ligera bruma de hoy lo impide.

Al sur veo el Peñón de Ifach (también parque natural), el Morro de Toix y de la Sierra de Oltà. También el Puig de la Llorença, tras el cual se esconden los acantilados de Poble Nou de Benitatxell donde está la ruta de los acantilados o la vía de escalada Sonnjanika.

Hacia el norte, el paisaje es igualmente espectacular. El Golfo de Valencia con su forma de media luna es perfectamente reconocible. Hacia el interior la silueta del Mondúver, la Segaria y las de las montañas de la Marina Alta.

Tras una breve parada en la que disfruto del entorno y aprovecho para tomar algo, emprendo la bajada. Hasta la base de la montaña lo hago por donde he venido y luego sigo, ahora ya sin buscar atajos el PR CV-355.

Poco antes de llegar a la CV-736 la senda balizada gira a la derecha y discurre durante un tramo paralela a la carretera. Es una zona muy frondosa donde pinos carrascos, palmitos, romero, lentisco, aliaga, pero también otras especies más necesitadas de humedad como madreselva o rosal silvestre se entremezclan. 

El lugar es hermoso y me sorprende por su belleza. Sin embargo su encanto se ve ensombrecido por el constante ruido de coches que vienen y van.

Cruzó la carretera y retomo el camino de ida. Bordeo el campo de tiro de Jávea y cruzó la zona casas por las que caminé en sentido opuesto hace apenas dos horas.

Cuando el camino se bifurca, en lugar de dirigirme a la Cova Tallada, continúo hacia la Torre del Gerro bordeando el barranc de Molanda. Enfrente, al otro lado y en el mismo borde del barranco hay una espantosa promoción de viviendas abandonadas. Otra aberración de la costa mediterránea.

La Torre del Gerro

Un poco más abajo, en una atalaya con vistas inmejorables al Mediterráneo está la Torre del Gerro.

Está torre vigía se construyó en el siglo XVI y forma parte de la red de fortificaciones levantadas a lo largo de la costa alicantina para prevenir las constantes incursiones de los piratas berberiscos.

Las torres, custodiadas por guardias que se encargaban de avisar de los peligros, tenían comunicación visual, aunque también utilizaban otros medios, como señales con espejos, fuego, etc. 

Tras una breve parada finalizo la ruta bajando por un camino asfaltado que me conduce, cruzando la urbanización, hasta el punto de partida en el borde del mar.

Ha sido una bonita ruta senderista en un pequeño espacio natural, que a pesar de su reducido tamaño y la gran presión humana a la que está sometido, tiene enormes posibilidades para las actividades al aire libre. Espero conocerlo más a fondo en el futuro. Si tienes alguna recomendación por la zona no dudes en dejar un comentario.

Galería de fotos

Mapa de la ruta