Senderismo en familia por la Font Roja

La actividad senderista que a continuación reseño recorre las tres rutas propuestas por el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja para conocer lo más destacado de este espacio protegido. Las rutas son por el orden en que las hicimos: la ruta amarilla que sube a la cumbre del Menejador y pasa por el Mas de Tetuán, la ruta roja que recorre el Barranc de l’Infern y la ruta azul que discurre por los alrededores del santuario. Se trata de una actividad variada pero no muy exigente que nosotros hicimos en familia. Existen además 5 sendas homologadas que discurren por este parque natural, 4 de pequeño recorrido y el GR-7 E4 que une Tarifa con el Atenas y que pasa entre otros muchos sitios por la Comunidad Valenciana. En esta ruta se puede además practicar el geocaching ya que en el parque hay escondidos varios tesoros, aunque nosotros solo encontramos uno.

Igual que el año pasado cuando fuimos a la laguna de Peñalara (en el Parque Nacional Sierra de Guadarrama), aprovechamos la reunión familiar con motivo de las fiestas navideñas y uno de los los días nos fuimos a hacer senderismo. Puesto que este año la reunión fue en Alicante preparé esta ruta para que los que venían de fuera pudieran conocer algo del interior de la provincia. El grupo lo componíamos mi madre, mi hermana María, mi cuñado Eduardo, mis sobrinos Sara y Nicolás, mis hijos Berta y Pau, Cris y yo, con edades comprendidas entre los 10 años de los niños y más de 70 de mi madre.

Parque Natural Carrascal de la Font Roja

El Parque Natural del Carrascal de la Font Roja, uno de los espacios naturales mejor conservados del territorio valenciano, es de los pocos que conserva el bosque autóctono mediterráneo de las montañas de Alicante. Además de las carrascas (el árbol más abundante del parque con más de 100.000 ejemplares adultos), podemos encontrar arces, robles, quejigos e incluso algún tejo aislado. Esta es la vegetación que pobló gran parte de las tierras valencianas antes de que la acción humana la modificará de forma permanente.

Además de su importancia como entorno natural también tiene un alto valor etnográfico pues en el parque se pueden observar las huellas de las actividades que el ser humano desarrollo aprovechando los recursos naturales. Producción de carbón vegetal, hornos de cal y sobre todo las cavas o pozos de nieve son testimonio de un importante negocio en un pasado mucho menos lejano de lo que pudiera parecer. El comercio de la nieve, el más importante de los citados, jugó un importante papel en las comarcas de la montaña alicantina y propició el nacimiento de la industria heladera en los municipios próximos.

Senderismo en el Parque Natural de la Font Roja

La excursión comienza en el centro de visitantes del Parque Natural al que llegamos desde Alcoy tras recorrer 8,5 km por la carretera CV-797.

Comenzamos a caminar siguiendo las señales amarillas que nos van a acompañar durante la primera parte del recorrido. Nada más salir pasamos junto a un área acondicionada con mesas y bancos conocida como “Glorieta dels Paellers”. En este lugar están las encinas más viejas del Parque.

Caminando por una ancha pista forestal dejamos a nuestra izquierda la “Cova Gelada” y después llegamos al “Pla de la Mina” donde hay una reproducción de un horno de cal. En este punto abandonamos la pista para desviarnos por una senda que sube en fuerte pendiente por lo más frondoso del bosque. A esta senda se la conoce con el nombre de senda de las Carboneras. La ascensión es dura pero preciosa ya que nos encontramos completamente envueltos por la espesa vegetación compuesta sobre todo por encinas, fresnos, arces y quejigos. Pasamos junto a un mirador donde merece la pena pararse a observar la Sierra Mariola y el valle del río Polop que tenemos justo enfrente.

La senda muere en una pista que tomamos a mano derecha y que a su vez nos deja en otra junto a un depósito de agua. Desde aquí hasta la cumbre del Menejador, el punto más elevado del parque con 1.356 m, hay apenas 500 metros de longitud que se pueden recorrer por la pista (hormigonada desde este punto hasta la cumbre) o por un camino. Nosotros subimos por este último y bajamos por la pista.

En la cumbre nos entretuvimos un rato disfrutando de las vistas mientras tomábamos un tentempié. El día era claro y pudimos ver desde la isla de Tabarca hasta el Mugrón en Almansa, además de todas las montañas que nos rodeaban: Maigmó, Peña de Mitjorn, Cabeçó d´Or, Aitana, Serrella, Mariola…

Tras volver al contenedor de agua continuamos la excursión por la pista. Este tramo es el único que discurre por la solana y permite apreciar la gran diferencia de vegetación entre las vertientes norte y sur. Aquí predomina el monte bajo con las aromáticas como indiscutibles protagonistas. También encontramos cojín de monja, aliagas…

Pasamos por la “Cava Coloma” una de las antiguas construcciones empleadas para el almacenamiento de nieve que se recogía en los alrededores del pozo. Tras una parada para ver la construcción continuamos nuestra ruta hasta llegar al Mas de Tetuán, un ejemplo de las explotaciones agrícolas tradicionales de la zona. Hoy se encuentra en estado ruinoso. En lo que fue la era, hay unas mesas con bancos donde nos sentamos a comer. El sitio es muy agradable. Existe un tejo centenario, de los pocos del parque.

Tras reponer fuerzas continuamos nuestra ruta por la misma pista. Hacemos otra parada en el mirador de Pilatos antes de llegar al “Pla dels Galers” donde nos desviamos a mano izquierda por una preciosa senda que desciende hacia el “Barranc de l’Infern”. Este tramo es muy húmedo y agradable, nuevamente caminamos envueltos en la espesura del bosque mediterráneo. Aquí abundan musgos, helechos, hiedras y zarzamoras.

La senda muere en la carretera que sube al santuario y hay que desviarse a mano derecha por unas escaleras de madera que en unos 15 minutos nos devuelve al parking donde por la mañana habíamos dejado el coche. Aquí es donde termina la actividad senderista.

Cuando nosotros fuimos el centro de visitantes del parque, ubicado junto al santuario, estaba cerrado y no pudimos visitarlo, pero merece la pena entrar. Hay disponible material diverso sobre los valores ambientales y culturales del parque: paneles temáticos, un pequeño jardín botánico, audiovisuales, exposiciones fotográficas, maquetas, muestras biológicas, fósiles etc.

Pasamos un día muy agradable en familia en uno de los entornos mejor conservados de la Comunidad Valenciana haciendo una actividad sencilla y muy agradable.

Galería de fotos

Mapa de la ruta