Tiempo Moderno, 6a. Escalada en la Sierra de Toix

Tiempo Moderno es una vía de escalada en la Sierra de Toix situada en el sector oeste, a la izquierda de la Cilber con la que se cruza en los largos superiores. Aunque tiene algunas secciones algo rotas, los largos primero, segundo y cuarto son francamente interesantes. Los citados largos están equipados, y limpios tercero y quinto.

A pesar de haber escalado en esta misma sierra hace dos días la vía Super Kulore (en el sector este), considero esta la primera vía de escalada desde que comenzó el confinamiento a causa del Covid-19, porque la Super Kulore consiste más en trepar que en escalar.

Voy con Javi, con quién en 2019 escalé un montón de vías interesantes (Monsieur, GEDE, El Dorado…  ), pero con quién no he compartido cuerda este año.

Quedamos temprano para escalar en sombra y antes de que el calor apriete ya hemos terminado.

Tiempo moderno, 6a+

Material

Nosotros llevamos cuerda simple de 70 metros, pero es posible escalar con dobles de 60, que son especialmente recomendables para bajar rapelando. 

También llevamos material individual de reunión, cintas express, algunos friends y cintas largas.

El casco es imprescindible.

Acceso

Exactamente el mismo que el de la vía Parle de esta misma sierra.

Aproximación

Desde el parking tomamos el camino que baja hacia el mar dirección sur para desviarnos por alguno de los muchos senderillos que salen a mano izquierda en dirección a las paredes del sector oeste. Al llegar al pie de las mismas las rodeamos hasta una inscripción con pintura roja que indica el nombre de la vía y la dificultad de los largos. Ojo, porque está un poco alta y puede pasar desapercibida.

Tiempo moderno, la vía

L.1, 6a/+: El primer seguro está algo lejos del suelo, por lo que Javi, que es quien encabeza el largo, pone un alien amarillo para proteger los primeros metros. Una vez pasado el primer párabolt, el largo está muy bien protegido.

La primera parte recorre un espolón bastante técnico que hay que navegar a izquierda y derecha, buscando pequeños agujeros y regletas. Cómo comenta Javi hay que ser creativo.

El espolón termina en un diedro en terreno más sencillo, del que se sale a la reunión por la derecha.

L.2, V y L.3, III+: Dos líneas de párabolts salen de la vertical de la reunión juntándose más arriba.

Salgo por la de la derecha, aunque creo que la vía original va por la izquierda. Justo después de que ambas líneas se conviertan en una, hay un bonito paso que supera una fisura. 

El largo es vertical y tiene buenos cantos. 

Al llegar a la reunión coloco una cinta larga y continúo por el tercer largo, de transición y mucho más fácil que los anteriores, pero sin seguros fijos.

Supero varias placas tumbadas con grandes cantos y fisuras, y justo antes de llegar a la gran terraza donde acaba, atravieso una zona algo descompuesta, así que progreso con precaución tanteando todo lo que agarró. 

Al llegar a la gran terraza, a solo un par de metros de agotar la cuerda, monto la reunión con seguros flotantes.

El inicio del siguiente largo está algo más arriba a la derecha. Una marca de pintura roja indica el camino a seguir.

L4, 6a y L5, IV: Javi se pone en cabeza. Sale de la reunión por una canal con tendencia a la derecha y se dirige a una fisura donde hay un par de pasos finos. Él los resuelve bien, pero a mi se me atragantan. 

El primero está en la entrada de la fisura, cerca de un viejo clavo y es más bien técnico. El segundo es de bloque y conduce a un diedro de roca naranja. Este diedro, que es más sencillo, se supera por la derecha y conduce a una repisa donde está la última reunión. Ojo, tiene algún bloque suelto.

Al igual que hice yo en la segunda, Javi se salta la reu y sigue largo arriba. Remonta un pequeño espolón sorteando algunos bloques sueltos hasta la gran terraza donde termina esta vía y otras muchas de los sectores Oeste y Placa.

Bajada

Seguimos caminando por la cresta cimera. Las vistas al Peñón de Ifach, la Serra Gelada, las bahías de Calpe y Altea, y las montañas de la Marina son espectaculares.

Llegamos a una brecha donde hay instalado un descuelgue. Es el primero de un sistema de rápeles que llegan hasta el suelo.

Sin embargo no bajamos rapelando, lo hacemos destrepando siguiendo una serie de cables de acero que conocí la última vez que escalé el Espolón Limaban y que conducen hasta el pie de las vías del sector Toix Placa. Es más rápido y cómodo que rapelar.

Continuamos la bajada caminando por los senderillos que surcan la sierra y que conectan unos sectores con otros.

Al pasar de nuevo por el sector oeste vemos una cordada, la única del día, algo raro en esta escuela de escalada, que suele estar abarrotada de escaladores, sobretodo extranjeros. Supongo que esta es una de las pocas ventajas de confinamiento.

Ha sido una bonita vía con un gran compañero, con la que retomo la escalada después de varios meses en el dique seco.