La Sierra de Segura es, por la gran cantidad de pistas que la surcan y sus magníficos paisajes, un lugar ideal para la práctica de la bicicleta gravel. Además dada su enorme extensión es probablemente el mejor modo de recorrerla. En este artículo descubro tres cortas rutas cerca de Cortijos Nuevos y Hornos de Segura.
No es que haya venido a la Sierra de Segura a pedalear sobre una gravel, ha sido a raíz de unas vacaciones familiares y después de las últimas salidas en gravel entre El Campello y Aigües, que he decidido traer la bici para en los tiempos muertos aprovechar y conocer caminos, pistas, pueblos y aldeas.
Sin embargo, he quedado tan contento y he visto tantas posibilidades, que no descarto hacer un viaje solo para disfrutar de la bici. Tiempo al tiempo.
Las 3 rutas empiezan en el Cortijo de Ramón, donde nos alojamos, pero se pueden comenzar desde Cortijos Nuevos o cualquier otro lugar de la zona. Las dos primeras son completamente improvisadas, la última está planificada sobre un mapa.
Por orden cronológico, que además desde mi punto de vista van ganando en interés, son las siguientes:
- Cortijos Nuevos – alrededores del Pico Peguera
- Cortijos Nuevos – Arroyo Frío – Hornos de Segura
- Cortijos Nuevos – Arroyo Frío – La Espinareda – Cerro del Pavo – Valdemarín
Cortijos Nuevos – alrededores del Pico Peguera
De esta ruta, que discurre por una zona muy poco transitada, destacan las vistas panorámicas hacia la vega del río Beas, en la que olivares perfectamente alineados se entremezclan con zonas de bosque Mediterráneo.
Comienzo en el Cortijo de Ramón dónde tomo la pista que baja a la carretera que une las localidades de Cortijos Nuevos y Beas de Segura, la A-6301.
Me incorporo a mano izquierda dirección Beas y asciendo por este vial con escaso tráfico hasta un puerto desde donde comienza una bajada.
Cuando apenas llevo 500 metros de descenso me desvío por una pista que sale a mano izquierda. Por esta pista discurre el resto de la ruta.
Pedaleo a media ladera paralelo a las Cumbres de Beas atravesando un frondoso bosque Mediterráneo. A mi izquierda y casi 300 metros de desnivel por encima, voy dejando atrás los cerros de Pegueras, Palas, Cumbres de Beas y los Poyatos.
Mucho más cerca de la pista, que en general está en buen estado y es cómoda para recorrer con la gravel, paso junto al Puerto Cecilia y poco después cruzo el Arroyo Buenamar (seco en esta época del año), donde hago una parada, me hidrato y doy media vuelta para volver por donde he venido hasta la carretera.
Es una pena no haber planificado la ruta, porque de haberlo hecho, habría visto sobre el mapa una pista a escasos 40 metros de donde me encuentro por la que podría haber vuelto -la acabo de descubrir mientras escribo este artículo-.
Dicha pista pasa por el área recreativa El Tobón primero, y Cañada Catena después. Creo que la ruta, que de este modo habría sido circular, resulta bastante más interesante. En fin, es lo que tiene subirse a la bici y ponerse a pedalear sin planificar.
Vuelvo a la carretera y tras pasar el puerto me desvío por un camino que sale a mano izquierda en el que me fijé durante la subida.
Se trata de una bajada técnica, primero por el bosque y luego entre olivares, más adecuada para una bici de montaña que de gravel, pero que disfruto.
La pista termina en la carretera de El Puerto/ Arroyo Frío, muy cerca de la que traía y a la que me dirijo para volver a la casa rural. Aquí termina mi primera ruta en gravel por la Sierra de Segura.
Mapa de la ruta
Cortijos Nuevos – Arroyo Frío – Hornos de Segura
En esta segunda ruta, que tampoco he planificado, me acompaña, al menos durante los primeros kilómetros, mi sobrino Nicolás que es un gran entusiasta del downhill o descenso.
Le he animado a que venga porque estoy convencido de que la bajada técnica con la que terminé ayer le va a gustar, así que allí nos dirigimos.
Tomamos la carretera de Beas, pasamos la bifurcación a El Puerto/ Arroyo Frío, y un kilómetro más arriba nos desviamos a mano derecha por la pista por la que rodé hace apenas 24 horas.
El sendero, que ayer ya estaba roto y con socavones, hoy se encuentra en bastante peor estado debido a una enorme tromba de agua que ha caído durante la noche. No obstante, Nicolás con su bici de enduro hace una bajada rápida que creo disfruta un montón. Eso sí, al llegar a la carretera le toca esperarme.
Una vez en el asfalto nos dirigimos a las aldeas de El Puerto y Arroyo Frío. Tras cruzar la última desaparece el asfalto y nos incorporamos a una amplia pista de tierra.
Cuando no llevamos ni un kilómetro por esta pista me llama María, mi hermana. Está con Edu haciendo una ruta senderista desde Cortijos Nuevos y se dirigen a Hornos de Segura por el sendero GR-146. La llamada es para invitarnos a ir con ellos y tomar el aperitivo juntos.
Nicolás prefiere volver a la casa rural donde están sus primos y hermana. Así que nos separamos, él va al alojamiento y yo por carretera a Cortijos Nuevos.
Una vez en el casco urbano, y después de consultar con varios paisanos me dirijo, siguiendo sus indicaciones, al GR-146, por el que abandono el pueblo dirección Hornos por una pista entre olivares.
Este camino, en el que subidas y bajadas son constantes, es sin duda lo más interesante de la ruta. Cruza campos de olivos que alternan con bosque Mediterráneo y desemboca en un punto entre los kilómetros 14 y 15 de la carretera Cortijos – Hornos, llamado Tinada de los Guisados.
Me incorporo a la carretera que sigo hasta Hornos y al igual que me pasó en la ruta por las Cumbres de Beas, de haberla tenido planificada habría visto una pista que sale al otro lado y que parece más interesante. No obstante, la subida a Hornos por carretera apenas tiene tráfico y me gusta.
Hornos de Segura es un bonito pueblo de montaña en el que se respira tranquilidad. Tiene dos miradores, el de Puerta Nueva y el que está junto a la iglesia de la Asunción. Desde ambos se disfruta de magníficas panorámicas sobre el valle y el pantano del Tranco.
Me doy un paseo por el entramado de callejuelas deteniéndome en algunas fachadas decoradas con macetas cuajadas de flores.
Después llamo a mi hermana. Resulta que han terminado la ruta sin llegar hasta aquí y están tomando el aperitivo en Cortijos Nuevos. Nuevamente me anima a ir con ellos.
Ante la perspectiva de una cerveza fresquita cojo la bici y bajo velozmente hasta Cortijos por carretera.
Los encuentro en una terraza de la plaza tomando el aperitivo. Me invitan a una cerveza con su correspondiente tapa que disfruto en su compañía.
Las ganas de seguir pedaleando se esfuman, además estoy más que satisfecho con la ruta que he hecho para la que no podía imaginar mejor final, así que vuelvo a la casa rural con ellos en coche.
Mapa de la ruta
Cortijos Nuevos – Arroyo Frío – La Espinareda – Cerro del Pavo – Valdemarín
Sin duda esta es la ruta en gravel que más disfruto de las que hago durante este viaje a la Sierra de Segura. Pero no ha sido solo la ruta, que en está ocasión planifico sobre un mapa, también la hora a la que comienzo antes de que salga el sol, que me permite disfrutar del amanecer y de esa luz tan especial que hay a primera y última del día.
Al igual que en las dos rutas anteriores comienzo desde el Cortijo de Ramón subiendo por la carretera de Beas de Segura, aunque en esta ocasión tomo el desvío de El Puerto/ Arroyo Frío.
Esta carretera la he recorrido en mayor o menor medida en todas las rutas que he hecho esta semana.
Cruzo las aldeas de El Puerto y Arroyo Frío -también conocido como El Tobazo-, y me incorporo a la pista forestal de tierra por la que circulé en la ruta anterior, entonces durante un kilómetro, en esta ocasión la recorro en su totalidad.
Pedaleo primero en ascenso, luego en llano y finalmente de bajada cruzando un extenso pinar típico de la media montaña segureña con ejemplares de pino carrasco, salgareño y piñonero. También paso junto a alguna mancha de encinar y un pequeño bosque de galería.
Enmarcados entre la pinada aparecen pueblos como Orcera o Segura de la Sierra, también la característica silueta de El Yelmo, que con 1.808 metros de altura es la montaña más emblemática de la zona.
Contemplar los extensos pinares que me rodean, me recuerda las historias que nos ha contado Marc (del Cortijo de Ramón) sobre la importancia que tuvieron estas grandes masas forestales durante el siglo XVIII para las construcciones navales de la época, lo que justificó que Segura de la Sierra fuera declarada Provincia Marítima.
En otro orden de cosas, observó que muchos pinos tienen incisiones en la corteza para extraer la resina. Además, en la pista hay botes de 10 litros cada pocos metros donde está guardada la ya extraída. Se trata de un aprovechamiento tradicional que exige a los resineros realizar una serie de labores durante casi 8 meses a lo largo del año.
Estas resinas tienen diversos usos, como: preparación y acondicionamiento de alimentos, medicamentos, adhesivos, tintas de impresión, pinturas, barnices…
Tras 3 kilómetros por la pista de tierra -6,5 desde que inicié la ruta-, esta describe una amplia curva a la izquierda para rodear a media ladera la falda de la montaña. La vista se abre hacia la aldea de La Espinareda situada en un enclave extraordinario, bajo las ruinas de un castillo medieval y junto a una bonita vega.
Circulo junto a la parte alta de las casas y algo más arriba por un collado muy cerca del castillo situado en lo alto de un cerro.
Paso de largo, pero dos días más tarde durante una ruta senderista con mi madre, hermana y Edu subiremos hasta su punto más elevado para conocerlo y disfrutar de la panorámica que ofrece, de la que destacan Segura de la Sierra, Hornos de Segura y sus respectivos castillos. En esa excursión nos cruzaremos con un grupo de cabras monteses muy cerca de este lugar.
Desde el Castillo de la Espinareda continúo la ruta cruzando una zona donde predomina el pino piñonero (pinus pinea), uno de los pocos lugares donde está presente en el Parque Natural.
Enfrente veo el Cerro del Pavo (1.087 m) una montaña alomada y desprovista de vegetación a la que -tras dejar la bici junto a un pino- subo para hacer un alto en el camino y disfrutar de la panorámica. Desde su punto más alto, que tiene una caseta en ruinas, me entretengo un buen rato observando las vistas al valle del río Hornos, Orcera, Segura de la Sierra, Hornos de Segura, etc. La luz del amanecer tiñe el paisaje de hermosos tonos cálidos.
Vuelvo sobre mis pasos hasta el punto donde he dejado la bici y nuevamente pedaleando llego hasta la Cortijada de Valdemarín Alto. Para hacerlo me enfrento a una bajada empinada, rota y técnica que me exige emplearme a fondo. Por suerte es corta.
El centro de la aldea, donde aún se puede sentir el ritmo pausado de la vida tradicional, tiene una bonita fuente con lavadero donde repongo agua.
Tras una breve parada emprendo la bajada por carretera entre pinares primero y campos de olivos después. Atravieso Valdemarín y el Cortijo de las Monjas antes de llegar a la carretera A-317 a la que me incorporo dirección Cortijos Nuevos.
Circulo durante 6 kilómetros hasta Carrasco donde tomo un desvío a mano derecha para incorporarme a una bonita pista que asciende entre olivares y pinares hasta la carretera por la que comencé hace dos horas y media, la que une Cortijos y Beas. Por aquí no tardo en llegar a la casa rural donde concluye mi última ruta en gravel por la Sierra de Segura.
Mapa de la ruta
Gracias a estas 3 rutas en bicicleta gravel, he descubierto interesantes rincones de la Sierra de Segura, pero sobre todo he visto las prácticamente ilimitadas posibilidades que ofrece para recorrerla. Espero no tardar en volver.
Galería de fotos
Resumen de la actividad
2 h 23 min
2h 43 min
25,68 km
25,25 km
569 m
711 m
Entorno y medio | |
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