Una prueba fallida y un descubrimiento en tierras murcianas

Tal y como os adelantaba en la entrada anterior el pasado sábado me fuí a hacer la prueba de acceso al curso de técnico deportivo nivel 1 que organizaban desde la federación murciana de montaña. La prueba que es la misma para toda España se divide a su vez 4 cuatro y la verdad es que yo no tenía muy claro de que iba la cosa, así que os voy a contar de que trata por si le puede servir a alguién.

Primera parte: Hay que realizar un itinerario por un terreno variado de montaña de 1.500 m de desnivel positivo acumulado, en un tiempo que establece el tribunal organizador de la prueba. Todo esto hay que hacerlo con una mochila cargada con 10 kg de peso en el que no está incluido ni el agua ni la comida que tengas pensado consumir durante la jornada (al terminar la pruba te vuelven a pesar la mochila). Es importante reseñar que no se permite el uso de zapatillas de montaña, hay que hacerlo con botas. Los organizadores propusieron una ruta, por la Sierra de Moratalla que ascendía al pico Buitre, de casi 9 km de longitud que no llegaba a los 1.000 m de desnivel y para la cual nos dieron 3 horas.

De las cuatro pruebas en que se dividia la actividad esta, a priori, era la que más me preocupaba y para prepararla vine un par de días antes y la realicé aunque no por el camino exacto de la ruta.

Segunda parte: Cargado con la misma mochila con la que hicimos la prueba anterior hay que completar tres recorridos que reunen las siguientes características:

1. Recorrido balizado de pendiente de hierba de una longitud mínima de 50 metros.
2. Recorrido balizado de pedrera de una longitud mínima de 50 metros.
3. Recorrido balizado con un resalte rocoso de longitud mínima de 50 metros.

Estos recorridos hay que cubrirlos sin caídas y en un tiempo determinado y este dato que yo ignoraba fue clave para mi. Sinceramente creía que esta segunda parte era un puro trámite, y fué aquí donde la cagué.

Me cronometré personalmente todas las pruebas menos el resalte rocoso que con los nervios olvide poner en marcha. En todo caso tras algunas llamadas a la Consejería de Educación de Murcía me proporcionaron este dato que a priori no están obligados a dar. Estos fueron mis resultados:

Primera parte

Límite de tiempo 3 horas. Tiempo empleado 2 horas 15 minutos

Segunda parte

1. Pendiente de hierba. Límite de tiempo 35 segundos: Tiempo empleado 27 segundos
2. Pedrera. Límite de tiempo 35 segundos: Tiempo empleado 25 segundos
3. Resalte rocoso 1 minuto 35 segundos (ampliado después a 1 minuto 50 segundos por quedar fuera la mayoría de los aspirantes). Tiempo empleado 1 minuto 55 segundos.

Por estos 5 segundos me he quedado sin la posibilidad de realizar este curso que tanto interés tenía en hacer. En todo caso, lejos de lamentarme, me tranquiliza saber que el año que viene podré hacerlo, y puedo centrarme en acabar mis estudios de TCAF. La prueba del resalte rocoso me pareció con mucho la más dura. Es una prueba muy explosiva en la que tienes que darlo todo y en la que no estuve a la altura. Otra vez será.

Descubriendo la cara norte de Sierra Espuña

Para poder hacer la prueba que describo arriba me fuí un día antes a Mula a casa de mi amigo Carles, para así el sábado no tener que hacer tantos kilómetros desde casa a Moratalla, que como he comentado más arriba es dónde se realizaban las pruebas. A Carles hacía ya tiempo que no le veía y fué un agradable encuentro. Aprovechamos el tiempo que teníamos hasta la hora de cenar para dar un paseo por los alrededores de su casa, ver su huerto, una pequeña casa de bio-construcción que está terminando y sobre todo charlar y ponernos al día de nuestras vidas.

Al día siguiente y una vez terminada la prueba volví a casa de Carles para despedirme que tenía una agradable sorpresa para mí. Nos íbamos a ver unos terrenos en el parque natural de Sierra Espuña que a heredado de su abuela (60 ha) en la vertiente norte de la Sierra, la menos conocida.

El terreno en cuestión es un pequeño paraiso que estaba especialmente verde por un invierno generoso en lluvias. Estuvimos varias horas paseando por allí. Se trata de una zona por la que no discurren las rutas de senderismo que hay balizadas en el parque y es bastante salvaje. Vimos dos manadas de arruís y según me comentó Carles es fácil ver jabalíes aunque no tuvimos la suerte.

Carles tiene muchas ideas sobre que hacer en este sitio en el futuro y me gustaría poder participar en algunas de ellas y si es posible aportar algo. El sitio desde luego merece la pena, espero poder contaros alguna cosa al respecto.

Lo dicho, un gran re-encuentro del que espero que salgan muchas vivencias y actividades.