Vagabundeando con esquís de montaña por Sierra Nevada

Ahora estoy cansado pero muy satisfecho tras un fin de semana intenso que venía precedido de dos semanas aún más intensas de exámenes, trabajo, más exámes y más trabajo. Cuando hace una semana hablé con Poli y me contó lo buena que estaba la nieve en la Sierra, tanto en cantidad como en calidad, preferí no prestarle demasiada atención porqué no quería ni oir hablar de conducir solo y de noche hasta Granada, de madrugar y de horas y horas de esfuerzos. Necesitaba, y aún lo necesito, un fin de semana de completo descanso. Sin embargo me fueron acercando la miel a los labios y final piqué. No podía ser de otra manera. Esta a sido una temporada con no muchas salidas y esta prometia: buena nieve, buen tiempo y sobre todo muy buenos amigos. No se puede pedir más.

Sento por otro lado también me estaba camelando para que me fuera con él y con Manu a hacer el couloir de la norte del Veleta. Y aunque también me apetecia me resultaba imposible ya que ellos salian el viernes a las 18:00h y yo hasta las 21:00h no podía salir de casa.

Como digo en el título de esta entrada, a sido un poco ir de aquí para alla buscando las mejores pendientes y la mejor nieve sin rumbo fijo. La zona por donde íbamos a movernos si estaba clara, pero no la ruta concreta.

Comenzamos el sábado bastante tarde en el parking de los Peñones, que están en la misma estación de esquí, ya que Buitre tenía fichado un carril con nieve que subía hasta Borreguiles. Desde aquí continuamos hacia la zona de la Laguna para ascender por los Tajos de la Virgen en dirección al Elorrieta (3.192 m).

En el pico me llegó un WhatsApp de Sento informando de que ya habían terminado el couloir y que todo les ha ido estupendamente. También me habría gustado mucho subir con ellos, pero todo no puede ser. En cualquier caso me alegro mucho por él y por Manu. Están muy contentos porqué este año lo han intentado varias veces (yo fuí con ellos en la última) y las condiciones se lo han impedido.

Tras un breve descanso en la cumbre y de valorar todas las opciones que se presentaban ante nosotros decidimos que lo mejor será bajar por el valle de Lanjarón, dejar las cosas en el Refugio del Peñon Colorao, donde podremos pasar la noche, y dedicar la tarde a esquiar las palas que hay en los alrededores.

Primera bajada y primer disfrute, la nieve está en óptimas condiciones y eso que estamos a 1 de junio, increíble.

Una vez llegamos al refugio nos toca buscar una entrada y limpiarla bien de nieve, ya que este refugio está abandonado y clausurado. De hecho no ha sido demolido porqué en verano lo ocupa un murciélago en peligro de extinción. Sin embargo nosotros ya dormimos en él la temporada pasada y sabemos que tiene posibilidades. En todo caso nos toca un buen rato de limpieza para que uno de los ventanucos quede libre y podamos acceder por él. Guardamos lo que no nos hace falta dentro del refugio, comemos un poco y subimos por la primera pala que sale del refugio en dirección O hacía Tajos Altos (3.111 m).

Yo no me encuentro bien del todo (creo que el cansancio que tengo acumulado está pasando factura) y cuando llegamos a un pequeño llano dejo a mis compañeros y me quedo a esperarles. La subida que hacen es espectacular con una pendiente muy fuerte (de más de 40º). Tras un rato de espera, lo que les lleva hacer el pico y bajar, vuelven. Bajamos juntos hasta el refugio y buscamos otra pala para hacer la última bajada.

Algo recuperado tras el descanso decido acompañar a mis amigos. Esta vez subimos en dirección E hacía la Loma de Cuerda Alta ya que hemos fichado otra pala que promete y que baja desde el Pico del Tajo de los Machos (3.088 m), no confundir con el Cerro de los Machos. La última bajada del día la hacemos a las 20:00h con una nieve espectacular, de verdad increíble.

Nos metemos en el refugio y preparamos la cena. Poli tiene un gran disgusto porqué ha olvidado el infiernillo y no puede hacerse unos callos. En todo caso no nos falta comida ya estos granadinos tienen la costumbre de llenar las mochilas de comida hasta el límite de su capacidad. Tampoco falta el vino. Cenamos y al saco ya que hace mucho frio, al poco caemos dormidos.

Cuando estoy en la montaña me gusta madrugar y normalmente pongo la alarma. Muchas veces incluso hago una pequeña excursión mañanera antes de que mis compañeros se despierten, pero esta noche estoy tan cansado que ni me preocupo y por la mañana me dejo dormir hasta que oigo a mis amigos.

Por la mañana volvemos a remontar el valle de Lanjarón hacía Elorrieta ya que hemos quedado con Fran en el Puntal de Loma Púa (3.227 m). De no haber quedado con él creo que habríamos ido al Caballo (3.015 m) porqué se le veían con muchas posibilidades.

Desde Elorrieta bajamos en una media ladera algo larga a la zona de la Laguna de las Yeguas y desde aquí remontamos hacía Loma Púa donde Fran nos lleva esperando un buen rato. Tras tomar algo y debatir las posibilidades decidimos subir al Veleta (3.396 m) y bajar por el barranco de San Juan que también tiene una nieve impresionante. No hacemos el barranco entero para no tener que remontar demasiado, pero está claro que hemos hecho la zona que se encuentra en mejores condiciones. Desde aquí volvemos al coche donde termina nuestra ruta.

Festejamos la ruta con unas buenas cervezas aunque me debo reprimir porqué aún tengo un largo viaje de vuelta a casa. Ha sido un extraordinario fin de semana con buenos amigos y buena nieve a pesar de lo avanzado de la temporada.

En el mapa que muestro debajo falta el final de la ruta ya que al móvil (que es dónde tengo el GPS) se le terminó la batería. Lo que falta es la subida al Veleta desde Loma Púa y la bajada por el barranco de San Juan

Galería de fotos

Mapa de la ruta