La vía ferrata de Callosa de Segura está formada por dos tramos, uno familiar de dificultad k3 y otro deportivo mucho más largo y exigente de k5. La primera parte es a pesar de lo que cabría pensar, interesante y entretenida. La combinación con el tramo deportivo es una intensísima actividad apta únicamente para personas con experiencia y brazos fuertes y resistentes.
No soy muy fan de las vías ferratas, he hecho unas cuantas, como las de Sorrosal, Sacs, Sesué, Ponoig, Cágate lorito… pero puestos elegir prefiero la escalada. Sin embargo, la Ferrata de Callosa ha sido para mí una grata sorpresa. Es una vía larga, intensa, mantenida y con mucho ambiente que me ha parecido sumamente interesante.
Y no ha sido su dificultad o la cantidad de elementos con los que jugar (que de ambas cosas tiene) lo que me más me ha gustado de esta vía. He escalado ferratas más duras y con más circo, como la Cagate lorito en el prepirineo de Lleida. Lo que realmente me ha gustado es la longitud, lo mantenida que es y los lugares que permite descubrir.
Me acompaña Manu con quien he hecho un montón de buenas actividades por montaña. Las últimas la subida al Pic Prim del Puig Campana y la sur de Aitana con nieve, ambas -como en realidad todas las que recuerdo con Manu- magníficas.
Nuestra intención inicial era escalar una cresta en la Sierra de Callosa, pero Manu olvida los pies de gato, y aunque intentamos meternos y que él suba de segundo con zapas, un par de resbalones nos hacen desistir y buscar alternativas por la zona. La ferrata de Callosa parece una buena opción y allí nos vamos.
Vía ferrata de Callosa de Segura
Esta ferrata, que se inauguró en febrero de 2020, se encuentra en la Sierra de Callosa, pequeña elevación montañosa que al igual que sus vecinas, las Sierras de Redován y Orihuela emerge en mitad de una llanura de campos de cultivo en la Vega Baja del Segura.
Tiene una longitud total de más de 1.100 metros dividida en dos tramos y cuenta con varios desplomes (los más duros de bajada), nueve puentes colgantes (uno de 100 metros de longitud a 90 del suelo), múltiples variantes, posibilidades y escapes. Nosotros la hacemos entera uniendo la parte familiar y la deportiva, siendo la ferrata más larga que he hecho hasta la fecha y una de las más largas de la Comunidad Valenciana.
Material
El clásico de este tipo de actividades:
- Arnés.
- Cabos de anclaje con disipador y mosquetones tipo K.
- Un anillo de unos 30 cm de largo o multichain con mosquetón de seguro para anclarnos y descansar.
- Casco.
- Guantes, aunque son muy recomendables yo nunca los he usado ni en esta ni en ninguna otra ferrata.
- Mochila con agua, comida y algo de ropa. Hay que tener en cuenta que la actividad es muy larga.
- Cuerda de 60 metros. Nosotros no llevamos, pero de repetirla la cogería porque hay un par de destrepes delicados y en caso de apuro la cuerda puede venir muy bien para montar un rápel.
Acceso
Quedo con Manu en El Campello donde cogemos la A7 dirección Murcia. Seguimos esta autovía hasta la salida 538, la de Granja, Cox y Callosa.
Nos incorporamos a la CV-900. La carretera pasa junto a los municipios de Granja de Rocamora, Cox y por último Callosa de Segura. Rodeamos el pueblo siguiendo la carretera en dirección a Redován y justo después de pasar bajo el puente de las vías del AVE vemos una señal en la que indica “Paraje natural · Área recreativa Cueva Ahumada” a la derecha. Nos metemos por aquí y aparcamos un poco más adelante en el lugar habilitado para ello.
En el parking veo aparcada la furgoneta de Vicente de Alicante Aventura, imagino que está guiando a algún grupo en la ferrata.
Nota: Después de hacer la actividad he leído un montón de reseñas en las que habla de robos en este parking (una de ellas del propio Vicente). Así que, en caso de volver aparcaría en la carretera, el cementerio o el pueblo (que no queda lejos) y vendría hasta aquí dando un paseo.
Aproximación
La aproximación desde el área recreativa de Cueva Ahumada es de apenas 15 minutos por un sendero perfectamente señalizado.
A mitad de camino veo a Vicente en la pared por donde discurre el tramo familiar, está guiando a un grupo. Me saluda en la distancia y más tarde -ya en casa- comentamos la coincidencia vía WhatsApp. Se trata de una actividad que está acostumbrado a guiar y que si no tienes experiencia te recomiendo hacer con él. Por si acaso aquí dejo un enlace a su página donde explica todos los detalles de la actividad guiada.
Vía ferrata
Una vez a los pies de la ferrata nos equipamos y comenzamos la ascensión con un corto tramo vertical seguido de una travesía horizontal.
En la primera parte -tramo familiar- encontramos cuatro puentes: el primero de peldaños de madera, el segundo -de 25 metros de longitud- va en ascenso y es metálico. Luego hay un puente mono y por último uno tibetano. Alternan con pasos verticales y sobre todo en travesía horizontal. También hay un pequeño desplome pero no lo recuerdo ni largo ni difícil.
En cuanto a los elementos de progresión en general son grapas aunque también encontramos peldaños de cables de acero y un tramo de cadenas.
El tramo familiar termina después de un corto descenso que nos deja en una campa. Desde aquí es posible volver al coche por un camino bien señalizado o continuar escalando el tramo deportivo.
Hay varios carteles disuadiendo de continuar si no cuentas con el nivel adecuado, y no es para menos, lo que tenemos por delante es largo y mantenido. Aunque no sé hasta qué punto son necesarios porque la mera visión de la continuidad de la vía impone lo suficiente como para pensárselo.
Tras un breve descanso, que aprovechamos para hidratarnos y comer algo, comenzamos a escalar el tramo deportivo.
La ferrata continúa por la arista de la pared del Polígono -que así se conoce a esta impresionante pirámide pétrea- hasta cuya cumbre asciende. Son cien metros verticales y ratos ligeramente desplomados bastante atléticos.
Desde la cumbre vemos uno de los platos fuertes de la ferrata. Un puente de madera de cien metros de longitud a noventa metros del suelo. Pero antes de llegar tenemos que superar un par de puentes, uno tibetano y otro de cables de acero.
Es una suerte que no haya nadie en la ferrata porque los puentes hay que pasarlos de uno en uno, y esperar a que un grupo más o menos numeroso cruce el puente largo, puede hacerse largo y pesado teniendo en cuenta que atravesarlo puede llevar de dos a cuatro minutos por persona.
Mientras cruzo, observo a un grupo de barranquistas que se encuentran haciendo el descenso deportivo del barranco que tengo casi cien metros por debajo de mí. Son pequeños puntitos en la distancia que me sirven de referencia visual para hacerme una idea de las dimensiones del lugar y de la altura a la que me encuentro.
Una travesía horizontal y creo recordar que otro puente (aunque cruzamos tantos que no estoy seguro) nos conducen a uno de los sitios que más me gustan de esta ferrata, una preciosa oquedad con magníficas vistas a la Vega Baja y sus campos de cultivo.
Nos recreamos un rato disfrutando de este hermoso lugar y volvemos a la marcha.
Por delante tenemos un destrepe, primero vertical y extraplomado después. La zona vertical no presenta ningún problema, en cuanto al desplome -que tiene al menos 45 grados-, tiene varias pegas.
En primer lugar, cuesta un poco ver la primera grapa que queda escondida bajo el techo. Una vez puesto el pie en el lugar adecuado hay que emplearse a fondo para bajar. Colocar el cuerpo correctamente, en lugar de dejar todo el peso en los brazos hace esta bajada mucho más asequible y menos cansada. Como escalador y habitual al entrenamiento en rocódromo creo que tengo una gran ventaja respecto de Manu que llega abajo bastante más quemado que yo. Y aunque el desplome es corto, conviene guardar fuerzas porque aún quedan dificultades por delante.
Una larga travesía horizontal con mucho ambiente marca la continuidad de la vía. Es una sección que disfruto mucho y que termina en otro puente con cables de acero y otro descenso, en este caso vertical y sencillo.
Ya estamos a punto de terminar. Nos encontramos una travesía horizontal que aunque es sencilla, hay que recorrer con precaución porque debajo tenemos la escuela de escalada y si accidentalmente tiramos una piedra caería sobre los escaladores. No sé hasta qué punto es una buena idea que una vía ferrata pase por encima de una zona con gente, pero es lo que hay.
Una última travesía horizontal cruza un espolón que oculta la guinda final de la ferrata, el último destrepe. Más vale haber guardado algo de energía porque esta última bajada, extraplomada y algo larga es exigente.
Nuevamente colocarse correctamente ayuda mucho, también mantener los brazos estirados en lugar de tenerlos en tensión. Manu, que es buen montañero pero no escala, se ve obligado a anclarse para hacer el cambio de mosquetones cómodamente.
Y tras este último esfuerzo llegamos al final de la vía cansados pero muy contentos.
Retorno
Nosotros bajamos hasta el barranco, lo cruzamos y tomamos el camino por el que aproximamos cuando vinimos y que conduce sin pérdida hasta el área recreativa de Cueva Ahumada.
La vía ferrata de Callosa de Segura ha sido para mí una auténtica sorpresa, una actividad mucho más interesante de lo que esperaba que he disfrutado mucho. Sin duda la mejor ferrata que he escalado hasta la fecha. En cuanto a Manu, como siempre un gran compañero dispuesto a afrontar lo que tengamos delante con optimismo y ganas. La verdad es que todas las que hemos hecho juntos han sido buenísimas actividades, repetiremos.
Galería de fotos
Mapa de la ruta
Resumen de la actividad
Entorno y medio | |
---|---|
Sierra de Callosa | |
Cueva Ahumada | |
Cielo cubierto. Sin viento | |
Ver en Wikiloc |